Nube, Inteligencia Artificial, 5G, Digitalización 4.0… Los números y los conceptos digitales invaden a los negocios de todo tipo. Y el sector legal no marca en esto una diferencia.
De hecho, los informes sobre el nivel de digitalización y transformación de las empresas a nivel europeo son cada vez más numerosos, y ponen el acento en cuestiones mucho más avanzadas que las que tienen que ver con los planes de marketing legal o de promoción en Internet.
Transformación digital con todas las letras
Es bastante común que la digitalización abogados sea a veces un concepto entendido como referencia exclusiva a los planes de marketing digital. Hacer SEO o SEM, mejorar la usabilidad de una página web y conseguir captar clientes a través de la red. Sin embargo, cuando se habla de la transformación digital, las opciones van mucho más de ese punto del que todo el mundo se preocupa, ya que al fin y al cabo es lo más cercano en el tiempo y lo que salva las cuentas a final de mes.
Los estudios de transformación digital y todas las tecnologías que están apareciendo hacen imposible saber a ciencia cierta cómo serán los despachos del mañana. Lo que sí está claro es que no se van a quedar al margen de todas estas novedades. Es más, es muy probable que la labor de los abogados tal y como la conocemos se transforme completamente. La digitalización (ya puesta en marcha en muchos lugares casi al 100%) de todos los procedimientos y documentación ha sido solo el principio de todo. Algunos hablan de Inteligencia Artificial capaz de presentar soluciones a casos sencillos de forma rápida o incluso implementarla a modo de juez en casos menores. A otros les parece que los abogados se convertirán en profesionales mucho más valiosos con la llegada de herramientas que acerquen las leyes a los usuarios, así como que su labor se centrará cada vez más en un asesoramiento específico sobre problemas que aún no existen, como los vinculados al mundo digital.
Para otros tantos, el campo del derecho se convertirá en una profesión con mucho mayor potencial. Será necesario conocer exactamente hasta qué punto determinadas cuestiones son o no son legales, cuando todavía no hay articulada una normativa clara. Por ejemplo, en los casos que tienen que ver con el uso de robots que sustituyan a humanos en el ámbito laboral ¿podría un empleado demandar por ello?
Sin duda, la digitalización de los despachos está todavía en una fase muy temprana y no sabemos qué deparará el futuro de la profesión.
