Promoción profesional del trabajador

El promocionar profesionalmente supone un cambio en las funciones hasta entonces asignadas para pasar a desempeñar una función superior en donde se tendrán en cuenta la antigüedad, experiencia, acreditación de conocimientos, formación y perfeccionamiento profesional. Todas estas materias a tenor del art. 24,1 del Estatuto de los trabajadores vendrán reguladas conforme al sistema de clasificación profesional que dispongan los Convenios Colectivos o en su defecto entre los representantes de los trabajadores y la empresa. En la práctica, sin embargo, vemos como algunos Convenios, como por ejemplo el de la Construcción, su sistema de categorías y grupos profesionales en poco se adapta a la realidad de las categorías y grupos que debieran existir a nivel por ejemplo de las labores de administración y oficinas. Es fácilmente constatable que una persona que esté enmarcada en el citado convenio pueda tener una categoría profesional de Titulado Superior y sin embargo su puesto de trabajo estar encuadrado en las labores de un oficial administrativo. El Convenio al que hago mención es obvio que está más orientado al personal en obra que a regular toda esa organización que toda empresa necesita para realizar el resto de trabajos que son de índole más administrativa y de gestión. El Convenio de la Construcción sí contempla las categorías profesionales de Titulados Superiores y Titulados Medios pero no desarrolla cual es la actividad que deberán desempeñar las personas asignadas a este encuadre profesional puesto que una cosa es la Categoría Profesional y otra muy distinta el puesto de trabajo. Esto en la práctica ha llevado a muchas empresas del sector a tener problemas de diversa índole con sus trabajadores más cualificados ya que después de tener reconocida su Categoría profesional están desempeñando puestos de trabajo de inferior responsabilidad y categoría que la reconocida a través del Convenio lo que incluso puede llevar a plantear una rescisión del contrato asimilable a un despido improcedente por desempeñar funciones de inferior categoría que la reconocida para ese puesto de trabajo. Con la promoción profesional lo que se intenta es motivar por un lado y reconocer por otro la buena labor realizada por ese trabajador a lo largo de los años pero siempre que en la citada organización exista la posibilidad de esa promoción profesional.

Para ello la primera vía que se utiliza es la de la antigüedad unida a la capacidad profesional en donde por medio de determinadas pruebas se puede valorar la idoneidad o no del candidato. Una vía también muy utilizada es la libre designación en donde no sólo se busca la cualificación profesional de la persona sino también el grado de confianza y honestidad de la persona.

Es latente que nos falta por citar la influencia de la Ley Orgánica 3/2007 de igualdad de Mujeres y Hombres que ha obligado a modificar el art. 17,4 del Estatuto de los trabajadores al objeto de poder establecer reservas y preferencias en las condiciones de contratación, de modo que en igualdad de condiciones de idoneidad, tengan preferencia para ser contratadas las personas del sexo menos representado en el grupo o categoría profesional de que se trate. Debemos intentar en la medida de lo posible que está igualdad sea un hecho y no existan diferencias de ningún tipo entre el puesto si está cubierto por una mujer o por un hombre, tenemos que hablar de profesionales indistintamente del sexo que tengan. En cualquier caso el tema de la promoción profesional en las empresas tiene todavía un largo camino por recorrer, y sobre todo en la pequeña y mediana empresa es todavía uno de los muchos temas a resolver. Aprovechando los tiempos de crisis que se están viviendo en todo el tejido industrial sería un buen momento para abordar estos temas ya que la competitividad de nuestras empresas pasa por rodearse de buenos profesionales convenientemente retribuidos y sobre todo por la especialización.