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25/04/2024. 13:54:58

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Cómo impugnar un testamento: supuestos para reclamar una herencia

Hay ocasiones en las que el autor de un testamento no ha realizado el reparto de su patrimonio de acuerdo con lo establecido en el ordenamiento jurídico. Es en estos casos cuando asalta la suda sobre cómo impugnar un testamento, lo que permite al heredero modificar las disposiciones del causante para así hacer valer sus derechos sucesorios.

Así las cosas, podemos establecer que la impugnación de un testamento es el procedimiento civil por medio del cual una persona manifiesta su descuerdo con las últimas voluntades del fallecido, ya sea por los herederos que figuran o por el reparto realizado. En el primero de los casos, hablamos de las disposiciones testamentarias que ataquen a los derechos legítimos, mientras que, en el segundo, aludimos a la voluntad del testador de incluir a unas personas y a otras no en el testamento de forma deliberada.

¿Quién puede impugnar un testamento?

La impugnación de un testamento viene condicionada por la relación que existe entre el fallecido y la persona interesada en modificar sus últimas voluntades. De esta forma, podrán reestablecerse los derechos sucesorios que no hayan sido respetados en el testamento únicamente por aquellas personas que por ley deban recibir parte del patrimonio.

En este punto, cabe destacar la figura del heredero forzoso, esto es, esa persona que tiene el derecho a recibir la parte legítima de la herencia. Entendemos la parte legítima como esa fracción del patrimonio a la que ni siquiera el testador puede poner dueño, de manera que situamos como herederos forzosos a los hijos y descendientes, a los padres y ascendientes en caso de que no existan los primeros o, en su defecto, al cónyuge.

¿Cuándo de puede impugnar un testamento?

De acuerdo con el Código Civil, concretamente en su artículo 675, queda prohibido que el testador impida la impugnación testamentaria una vez haya fallecido y se proceda al reparto de sus bienes. Sin embargo, la Ley sí le permite establecer que quien pueda impugnar el testamento no reciba más patrimonio que el que figure en la legítima estricta, es decir, la tercera parte que debe ir destinada obligatoriamente a los herederos forzosos.

Así, podemos distinguir tres situaciones en las que una persona puede ejercer su derecho a impugnar un testamento por considerar que su reparto no atiende a los derechos sucesorios:

La legítima. Como hemos mencionado anteriormente, es la parte que la Ley reserva a los herederos forzosos. De esta forma, el afectado podrá reclamar la impugnación de un testamento cuando, siendo hijo del cónyuge, no figura en el documento. Por su parte, el testador puede repartir el tercio de libre disposición a quien considere, familiar o no familiar, mientras que el tercio de mejora podrá distribuirlo como prefiera entre los legitimarios.

Desheredación. Esta es una parte muy importante dentro de la impugnación de un testamento, ya que la persona afectada perderá sus derechos a reclamar la legítima de la herencia si el testador ha tomado la decisión de desheredarle. No obstante, deben darse los siguientes supuestos para que tenga cabida la desheredación:

En el caso de los hijos, podrán ser desheredados cuando hayan negado el alimento o la atención a sus padres, así como cuando haya existido maltrato físico o psicológico. Por su parte, concurrirá la desheredación de padres o ascendientes cuando éstos, de la misma forma, hayan negado el alimento a sus hijos o si ha existido maltrato entre ambas partes. Por último, cuando el heredero es el cónyuge porque no exista figura descendiente o ascendiente, el testador podrá recurrir a la desheredación cuando no haya cumplido con los deberes conyugales.

Incapacidad del causante. El artículo 663 del Código Civil establece que el testador debe tener la capacidad de repartir su patrimonio, de manera que considera impugnables los testamentos realizados por menores de 14 años y por aquellas personas que no son capaces de expresar su voluntad pese a contar con medios para ello.

De forma alternativa, podemos mencionar los testamentos que se llevan a cabo bajo coacción, amenaza o engaño. En cualquier caso, el heredero forzoso que no aparezca en el documento podrá impugnar el testamento e iniciar la reclamación de la herencia que le corresponde.

¿Cómo se puede impugnar un testamento?

Para impugnar un testamento, el afectado deberá demandar judicialmente con el asesoramiento de un abogado especialista en Derecho Civil. Se trata de un proceso que requiere acción rápida por parte del supuesto heredero, ya que contará con apenas 15 días desde el fallecimiento del testador para interponer la demanda por medio del Juzgado de Primera Instancia del lugar donde haya fallecido.

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