Cada vez con mayor frecuencia las compañías aseguradoras de seguros de vida rechazan los siniestros. ¿El argumento? Que el asegurado no notificó una patología previa o bien que no se ha cumplimentado debidamente el denominado cuestionario de salud.

Ocurre que muchos de estos seguros de vida están ligados a los productos financieros, mayoritariamente hipotecas, es decir, que para las firmas de esas hipotecas, los empleados del banco entregaban a la firma dicho cuestionario de salud, incluso en la notaría, o bien en la oficina bancaria.
El problema se ha detectado cuando ocurre realmente el siniestro, es decir que al asegurado o asegurada le diagnostiquen una enfermedad que acarree incapacidad permanente absoluta o bien el fallecimiento.