MADRID (Reuters) – Los grupos parlamentarios españoles han llegado a un acuerdo para volver a revalorizar las pensiones españolas utilizando la referencia del IPC real para conservar el poder adquisitivo.
El acuerdo sobre uno de los temas electoralmente más sensibles en la España de 9 millones de pensionistas se alcanzó con el consenso de todos los grupos representados en la Cámara salvo el catalán ERC y requerirá una modificación legislativa que lo refrende y que corresponderá a una iniciativa del Gobierno.
El acuerdo se alcanzó en un foro parlamentario conocido como el Pacto de Toledo, que tiene establecido el mandato de emitir las recomendaciones no vinculantes para reformar el sistema de pensiones español.
De forma tradicional, este foro ha tomado decisiones unánimes hasta el año 2013, cuando el Partido Popular atendiendo a las recomendaciones de diversos organismos internacionales desvinculó por ley las pensiones de la subida del IPC.
Durante 2018, la pérdida de poder adquisitivo ha sacado a la calle a miles de pensionistas en España que exigían volver al sistema anterior en el que se ligaba la subida de la inflación a la de las pensiones tras ver crecer su asignación solo un 0,25 por ciento desde que la actualización se desvinculase de los precios.
Con una nómina mensual que roza los 9.000 millones de euros en alrededor de 9,5 millones de pensiones, la Seguridad Social cerró 2017 con un déficit de 18.800 millones de euros y un descenso imparable del fondo de reserva de la Seguridad Social, la conocida como hucha de las pensiones.
Las protestas de los jubilados llevaron al Partido Popular a pactar excepcionalmente con PNV -partido nacionalista vasco- una subida del 1,6 por ciento para los presupuestos de 2018.
Sin embargo, la previsión de que los precios suban más que ese 1,6 por ciento -el Banco de España baraja un 1,8 por ciento para 2018- y la posibilidad de que también las tasas de inflación sean también altas en 2019 no conformó a los pensionistas, que han reanudado sus protestas.