MADRID (Reuters) – El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón defendió el jueves su actuación en la causa contra los crímenes del franquismo y dijo que demostrará su inocencia después de que el Tribunal Supremo desestimara su recurso contra la decisión del magistrado Luciano Varela de no archivar la causa que se sigue en su contra.
La decisión del juez Varela abre la puerta a un posible procesamiento del magistrado por una de las tres querellas que tiene en el Supremo, en la que se le acusa de un posible delito de prevaricación.
"En mi caso sigo defendiendo la inocencia absoluta, la regularidad en mi actuación, lo dije el primer día y lo sigo manteniendo. Espero y confío en que eso quede bastante claro y asumo la situación no con agrado, no queda más remedio", dijo Garzón en declaraciones a periodistas en Sevilla.
"Creo que quedará clara cuál ha sido la acción y la actuación y la interpretación de unas normas que son defendidas no solamente por mí, sino por muchos otros juristas y que al fin y al cabo es una interpretación de una serie de normas frente a la cual el instructor, que me merece todos mis respetos, tiene una diferente", agregó.
La querella contra Garzón fue interpuesta por el sindicato derechista Manos Limpias, a la que se adhirieron la organización Libertad e Identidad y Falange Española, quienes acusan a Garzón de investigar unos crímenes a sabiendas de que no era competente para instruir el caso y conocer la prescripción de los delitos y el fallecimiento de víctimas y autores.
En un auto conocido el jueves, la Sala de lo Penal del Supremo confirmó que no ha lugar al sobreseimiento de la causa, por lo que el paso siguiente podría ser la apertura del juicio oral.
"Ni hay certeza sobre la inexistencia del delito, ni es arbitraria, ilógica o absurda una posible calificación acusatoria por prevaricación", dijo el auto de la Sala, que rechaza las alegaciones del recurso de Garzón, calificándolas de "prematuras en esta fase del proceso" y propias de un juicio.
"En consecuencia no apreciamos ilegalidad alguna en la decisión del instructor al denegar en esta fase del procedimiento el sobreseimiento de la causa", agregó.
Por su parte, Garzón señaló que el auto del Supremo no había valorado ninguno de los argumentos de fondo y forma planteados, ni la alegación a la jurisprudencia internacional.
A la pregunta de si temía verse en el banquillo de los acusados, el magistrado respondió: "Es probable que a algunos, no sé si a muchos, les guste ver esa imagen. Yo lo único que digo es que los jueces, en este caso yo, somos como cualquier otro ciudadano y debemos de acomodarnos, y estar y cumplir las normas".
La condena por prevaricación de los funcionarios públicos es de entre siete y diez años de cárcel.
Garzón tiene tres casos abiertos en el Supremo: por la investigación de los crímenes del franquismo, por las escuchas en el caso Gürtel – anuladas hoy por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid – y por el presunto cobro de un dinero del Banco Santander cuando realizó tareas de docencia en Nueva York.
Tras la admisión de estas querellas, el Consejo General del Poder Judicial está estudiando si suspende provisionalmente al titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, una decisión que tiene que tomar la Comisión Permanente del órgano de gobierno de los jueces y que se prolongaría hasta que en algunas de las causas fuera absuelto o condenado.