BIENENBUETTEL, Alemania (Reuters) – El responsable de la plantación alemana que está siendo investigada por un mortal brote de E.coli fue citado el lunes diciendo que no podía entender las acusaciones de que los brotes de soja y de otras legumbres de su granja podrían ser los responsables de la crisis.
Klaus Verbeck, director ejecutivo de la "Gaertnerhof Bienenbuettel", dijo al Neue Osnabruecker Zeitung que no se utilizan fertilizantes para producir sus brotes y que no había animales en su granja orgánica.
Las autoridades alemanas dijeron el domingo que sus productos podrían estar detrás del brote de E.coli que ha matado a 22 personas y enfermado a más de 2.200 personas en toda Europa. La explotación ha sido cerrada, sus productos retirados y para el lunes se esperaban nuevos resultados de análisis.
"No puedo entender cómo los procesos que tenemos aquí y las acusaciones podrían encajar", dijo Verbeck al periódico. "Los brotes de ensalada crecen sólo a partir de semillas y agua, y no se fertilizan en absoluto. Tampoco se utiliza ningún fertilizante animal en otras zonas de la granja".
Ni Verbeck, él mismo vegetariano, ni nadie de la plantación quisieron hablar el lunes a los periodistas y equipos de televisión, entre ellos Reuters, que esperaban frente a la granja en la localidad rural de 6.600 habitantes que está situada a unos 70 km al sur de Hamburgo.
Las autoridades alemanas, bajo intensa presión para identificar el origen del brote de E.coli, han advertido a los consumidores durante semanas que eviten los tomates, pepinos y lechugas, y en un momento dado dijeron que pepinos españoles podrían ser el origen del brote. La rara variante de E.coli ha matado a 21 alemanes y a un sueco.
Dos guardias de seguridad uniformados patrullaban detrás de la puerta de entrada para coches de la granja, situada en un idílico paisaje rural.
Una vecina, Sibylle Lange, dijo que conoce bien a Verbeck y que éste lleva muchos años en la agricultura orgánica.
"Son muy serios, gente muy trabajadora que estuvieron entre los primeros productores de productos orgánicos", dijo Lange, de 45 años y madre de dos niños, a Reuters.
"Llevan trabajando aquí unos 30 años. Es un producto de alta calidad. He comido todo tipo de verduras de aquí – brotes de soja incluidos – y tienen un sabor delicioso. No puedo imaginar que el origen pueda ser este. Todo esto nos ha afectado profundamente a todos los vecinos y a nuestros amigos".
"PISTA REALMENTE CALIENTE"
La ministra de Agricultura del estado de Baja Sajonia, Gert Lindemann, dijo el domingo por la noche que los investigadores habían rastreado la rara y altamente tóxica variante de la bacteria hasta una plantación en la región de Uelzen, posteriormente identificada en la prensa como en Bienenbuettel.
Lindemann, que hizo estas declaraciones después de tres semanas de muertes misteriosas y temores generalizados entre los consumidores vinculados al brote de E.coli, dijo que parecía haber vínculos claros entre las verduras de la granja y la comida consumida por algunas víctimas.
"Tenemos una pista realmente caliente", dijo Lindemann, informando sobre la investigación en una crisis sanitaria que ha tensado la relación entre España y Alemania y llevado al primer ministro ruso, Vladimir Putin, a decir que no "envenenaría" a sus ciudadanos levantando un embargo sobre importaciones de frutas y verduras de la UE.
Lindemann dijo que no sólo los brotes de soja, sino también los de alfalfa, de judía mungo, de rábanos y rúcula de la plantación podrían estar conectados con el brote. Los brotes crudos son populares entre los alemanes y a menudo se mezclan en ensaladas o se añaden a los sándwiches.
La ministra instó a los consumidores del norte de Alemania a que evitaran comer cualquier tipo de brote de soja y de otras legumbres.
El ministro alemán de Sanidad, Daniel Bahr, dijo a la cadena de televisión alemana ARD: "Tenemos claras indicaciones de que la compañía en la región de Uelzen es evidentemente el origen de la infección, pero tenemos que esperar a la confirmación de análisis de laboratorio".
Los agricultores españoles dicen que las ventas perdidas les han costado 200 millones de euros a la semana, y las autoridades españolas han dicho que podrían exigir compensaciones. La crisis podría costar 70.000 empleos en España, que ya tiene el nivel de paro más alto de la UE.
En Alemania, un destacado microbiólogo dijo a la ARD que los brotes fueron sospechosos desde el principio.
"Los brotes fueron uno de los sospechosos habituales desde el mismo inicio y podrían haberse paralizado desde el principio", dijo Alexander Kekule, de la Universidad de Halle-Wittenberg. Dijo que los brotes acaban formando parte de todo tipo de comida, son distribuidos por Alemania y provocan una infección durante un marco temporal más largo.
En Japón, al menos 11 personas murieron en 1996 en un brote vinculado a brotes de rábano contaminados.
Las autoridades han estado tratando de dar con el origen de la enfermedad, que ha infectado a gente en 12 países, todos los cuales habían viajado por el norte de Alemania. Muchos de los infectados han desarrollado el síndrome urémico hemolítico (HUS, por sus siglas en inglés), una complicación potencialmente mortal que ataca los riñones.
La rara variante de E.coli puede adherirse a las paredes intestinales, desde donde bombea toxinas, algunas veces causando diarrea con sangre y problemas renales. Algunos pacientes han necesitado cuidados intensivos que incluyen diálisis.