Los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro acordaron el viernes adoptar medidas de emergencia para bajar los costes de endeudamiento de Italia y España y para crear a finales de este año un órgano único que controle los bancos de la zona euro, un primer paso hacia una unión bancaria europea.

En respuesta a las súplicas de los dirigentes español e italiano, la cumbre del área de la moneda única celebrada en Bruselas acordó a medianoche que los fondos de rescate de la zona euro pueden ser utilizados para estabilizar los mercados de bonos, sin obligar a los países que cumplen las reglas de presupuesto de la UE a adoptar medidas adicionales de austeridad o reformas económicas.
Tras horas de discusión, también se acordó que el futuro fondo permanente de rescate, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), será capaz de prestar directamente para recapitalizar bancos sin aumentar el déficit presupuestario de un país, y sin un estatus preferencial de antigüedad.
"El proceso fue duro, el resultado fue bueno", dijo el primer ministro italiano, Mario Monti, a la prensa, agregando que Italia no tiene la intención "en este momento" de solicitar la ayuda de emergencia.
Los países que soliciten apoyo de bonos del fondo de rescate tendrían que firmar un memorando de entendimiento que establece los compromisos políticos existentes y acordar un calendario. Pero no se enfrentarían a la supervisión intrusiva de la "troika" de prestamistas internacionales (UE, FMI y BCE) a la que Grecia, Irlanda y Portugal han sido sometidos, dijo Monti.
España e Italia se negaron previamente a firmar un paquete de crecimiento en el Consejo Europeo al exigir medidas de emergencia para reducir sus altos costes de endeudamiento, que amenazan con sacar a esos países de los mercados de capital.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, dijo que el objetivo es crear un mecanismo de supervisión de los bancos de la zona euro que supponga la participación del Banco Central Europeo para romper el "círculo vicioso" de la dependencia entre los bancos y los gobiernos soberanos.
"Estamos abriendo la posibilidad a países que se están comportando bien que hagan uso de instrumentos de estabilidad financiera como reaseguro a los mercados y para volver a tener alguna estabilidad en torno a algunos de los bonos soberanos de nuestros estados miembros", dijo Van Rompuy en una conferencia de prensa a las 04.30 hora local (02:30 GMT).
"El objetivo es, por supuesto, convertir el euro en un proyecto irreversible", agregó.
El euro subía un 1,1 por ciento a 1,2581 dólares después de que la zona euro afirmó su compromiso de utilizar sus fondos de rescate de manera más flexible y eficiente para estabilizar los mercados.
Pero aún no está claro si los inversores considerarán suficiente el acuerdo alcanzado en la cumbre número 20 desde que estalló la crisis a principios de 2010. Repuntes anteriores de alivio se han desvanecido en cuestión de días u horas al surgir nuevas dudas.
RETRASO EN PAQUETE DE CRECIMIENTO
El primer ministro de Italia y el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, se habían negado a firmar un paquete de 120.000 millones de euros para fomentar el crecimiento hasta que Alemania aprobara medidas para aliviar sus costes de endeudamiento.
El enfrentamiento resaltó las tensiones entre los países del norte – con economías más sanas- y sus endeudados socios del sur sobre cuál será la conformación futura del bloque de 17 naciones, que atraviesa su tercer año de crisis de deuda.
La canciller alemana, Angela Merkel – líder de la mayor economía de Europa -, dijo que estaba satisfecha con el resultado, aunque a principios de esta semana había desechado cualquier necesidad de apoyo de emergencia para los bonos italianos y españoles.
"Hemos tomado una buena decisión de hoy, en particular sobre el crecimiento y la lucha contra el desempleo y también sobre las medidas futuras para el FEEF y el MEDE. Vamos a continuar trabajando en medidas a largo plazo. Creo que vamos a llegar a una conclusión buena mañana", declaró.
Los líderes de la zona euro regresarán el viernes para discutir los planes a largo plazo para construir una unión fiscal y bancaria mucho más estrecha, sobre la que pidieron a Van Rompuy, y los jefes de la Comisión Europea, el BCE y los ministros de Finanzas del Eurogrupo que presenten propuestas detalladas para octubre.