Varios incendios forestales arrasaron la región central de Portugal el martes, lo que obligó a la evacuación de cientos de lugareños mientras los bomberos luchaban por apagar las llamas en un momento en que el país lucha contra una sofocante ola de calor.
Con temperaturas superiores a los 40 grados Celsius (104 Fahrenheit) en muchas partes, un gran incendio forestal que comenzó la semana pasada en el municipio de Ourém, al norte de Lisboa, se reavivó el martes debido a los fuertes vientos.
La autoridad de Protección Civil dijo que 300 personas fueron evacuadas de varias aldeas. En el cercano municipio de Leiria, algunas casas se incendiaron, y las llamas provocaron el cierre de tres carreteras principales.
Joaquim Gomes, un jubilado de 75 años que ha vivido en un pequeño pueblo de Ourém durante cinco décadas, dijo que temía que el incendio forestal pudiera llegar a su casa, pero que estaba dispuesto a hacer todo lo que estuviera a su alcance para ayudar a combatirlo.
«No recuerdo nada como lo que está sucediendo hoy», dijo cerca del bar del pueblo donde se reunían los lugareños. «(El fuego) está en todas partes».
Muchos lugareños se han quejado de que no había suficientes bomberos y recursos para combatir los incendios.
«Estamos hablando de situaciones complejas, muchos recursos que gestionar y una zona afectada muy grande», dijo el comandante de Protección Civil, Andre Fernandes, advirtiendo que la situación solo empeoraría en los próximos días.
Alrededor de 1.700 bomberos respaldados por 501 vehículos estaban abordando 14 incendios activos en todo el país, según Protección Civil. Más de la mitad del país está en «alerta roja», el nivel más alto.
En la vecina España, al menos 1.500 hectáreas (3.700 acres) han sido destruidas por un incendio en Las Hurdes en Extremadura, al oeste de España, lo que obligó a la evacuación de unos 400 residentes, dijo el martes el gobierno regional.
Había un alto riesgo de incendios forestales en la región central de Castilla y León, dijeron las autoridades.
