SÍDNEY/KUALA LUMPUR (Reuters) – Aviones y barcos bregaban el jueves contra el mal tiempo para encontrar unos objetos flotantes avistados en aguas remotas de Australia que el Gobierno de Malasia calificó de «pista creíble» en la búsqueda transcontinental de un avión comercial desaparecido hace 11 días.
Los objetos de grandes proporciones, que según las autoridades australianas fueron avistados por satélite hace cuatro días en una de las partes más remotas del globo, son las pistas más prometedoras desde que comenzó una amplia búsqueda del aparato, en el que viajaban 239 personas.
Las autoridades advirtieron de que podría llevar varios días confirmar si son fragmentos del Boeing 777 de Malaysia Airlines, y el Gobierno de Malasia dijo que las tareas de búsqueda continuarían pese al avistamiento en el Índico sur.
La zona donde se vieron los objetos está situada a unos 2.500 kms al sudoeste de Perth, en el oeste de Australia.
"Ayer dije que queríamos reducir la zona de búsqueda. Ahora tenemos una pista creíble", dijo el ministro malasio de Transporte, Hishamudin Husein, a los periodistas en Kuala Lumpur.
"Sigue habiendo mucho trabajo que hacer para el despliegue. Estas labores continuarán durante la noche", añadió.
Hishamudin dijo que la información recibida de Australia sobre los objetos había sido "corroborada en amplia medida" por otros satélites, lo que lo convierte en más creíble que pruebas anteriores.
El objeto de mayor tamaño mide 24 metros de largo y parecía estar flotando en aguas de varios miles de metros de profundidad, dijeron las autoridades australianas. El segundo tenía cinco metros de longitud. Flechas en la imagen apuntaban a dos objetos indistinguibles que aparentemente flotaban en el agua.
"Es lo suficientemente creíble para desviar la búsqueda a esta zona ya que proporciona una pista prometedora de que podría tratarse de parte del fuselaje", dijo el comodoro de la fuerza aérea australiana, John McGarry, en una rueda de prensa en Canberra.
No se han hallado restos confirmados del vuelo MH370 desde que desapareció de las pantallas de control del tráfico aéreo en la costa este de Malasia el 8 de marzo, menos de una hora después de despegar del aeropuerto de Kuala Lumpur con destino Pekín.
Otro responsable oficial en Malasia dijo que los investigadores se mostraban "esperanzados pero cautos" sobre el hallazgo australiano.
Las imágenes por satélite, proporcionadas por la firma estadounidense DigitalGlobe, cuentan con el sello de grabación del 16 de marzo, lo que significa que los posibles restos pueden haberse movido del lugar.
Las autoridades australianas dijeron que un avión australiano había lanzado una serie de boyas en la zona, que proporcionarán información sobre las corrientes para ayudar a calcular la última localización.
El capitán del primer avión de la fuerza aérea australiana, un AP-3C Orion, que acudió a la zona describió como "muy malas" las condiciones del mar y el viento, y dijo que no había rastro de ningún objeto.
"Las condiciones meteorológicas eran tales que no se podía ver mucho hoy, pero los otros aparatos que están buscando pueden tener mejores condiciones", dijo el teniente de la fuerza aérea australiana Chris Birrer a los periodistas.
El carguero noruego Hoegh St. Petersburg había llegado a la zona tras recibir la solicitud de las autoridades australianas para ayudar en la investigación.
UN MISTERIO DESCONCERTANTE
El paradero del vuelo MH370 ha sido un misterio para los expertos en aviación desde hace dos semanas.
Los investigadores creen que alguien con conocimiento de los Boeing 777-200ER y de la navegación comercial apagó los sistemas de comunicación del avión antes de desviarlo a miles de kilómetros del curso previsto.
Las exhaustivas comprobaciones sobre los pasajeros y la tripulación no han arrojado datos que pudieran explicar por qué.
Las dimensiones de los objetos son consistentes con al menos parte de un ala del 777-200ER, que tiene unos 27 metros de longitud, aunque las autoridades australianas advirtieron de que las primeras imágenes no podían distinguirse.
El relativo gran tamaño de los objetos sugeriría que, si proceden del avión desaparecido, estaba intacto cuando se precipitó contra el mar.
El profesor de Oceanografía de la Universidad de Australia Occidental Charitha Pattiaratchi dijo que, basándose en las corrientes en la zona, si los restos eran del avión habría caído a unos 300-400 kms al oeste de donde los han encontrado.
La zona de búsqueda cubre una zona del océano llamada Meseta Naturalista, una plataforma oceánica de unos 3.500 metros de profundidad, dijo Pattiaratchi. La meseta tiene 250 kms de anchura y 400 kms de longitud, y la zona de alrededor cuenta con una profundidad de 5.000 metros.
"Sea cual sea la parte a la que vayas, es profunda", dijo.
/Por Jane Wardell y Siva Govindasamy/