MADRID (Reuters) – La socialista Susana Díaz pidió el lunes la confianza de la fragmentada Cámara andaluza presentando las medidas contra la corrupción que exigen las nuevas formaciones en el Parlamento regional y cuya abstención necesita para ser investida presidenta.
En la primera votación de investidura, Díaz necesitaría el martes la mayoría absoluta de la cámara, algo que parece improbable dado el rechazo del Partido Popular, segunda fuerza más votada, y de Podemos y Ciudadanos, nuevos partidos con representación en Andalucía.
Será previsiblemente en la segunda vuelta el jueves, cuando le bastaría la mayoría simple, el día en que la candidata socialista será investida presidenta si prosperan las negociaciones para conseguir el apoyo del centrista Ciudadanos, o su abstención junto con la del partido antiausteridad Podemos.
Para atraer a dos partidos que consiguieron conjuntamente 24 de los 109 diputados del Parlamento andaluz, Díaz anunció una batería de medidas en favor de la transparencia tras los reiterados casos de corrupción que han mermado los apoyos a los dos principales partidos del país, PSOE y PP.
"La corrupción es una vergüenza y un lastre inaceptable para la democracia", dijo Díaz, de 40 años, que en sus dos años como presidenta andaluza ha visto cómo la imagen de su partido se deterioraba ante escándalos como el los fondos públicos presuntamente desviados mediante expedientes de regulacvión de empleom(ERE) y cursos de formación.
"Casos como los ERE o la formación no volverán a repetirse, con vocacion de servir de modelo al resto de España", añadió la presidenta en funciones de la comunidad más poblada y con más desempleo de España.
Sus primeras medidas incluyen que los imputados no puedan ir en listas electorales, que los partidos remitan sus balances a la Cámara de Cuentas y las publiquen en Internet, y proponer al Gobierno central la reforma del Código Penal para impedir el acceso a indultos por parte de condenados por este delito.
Además, dentro de un acuerdo que quiere cerrar con los principales grupos de la cámara, los políticos habrán de publicar su declaración de la renta y la de su mujer, y se creará una oficina para prevenir el fraude fiscal.
Por otro lado, Díaz planteó que otra de sus prioridades sería la creación de empleo en una comunidad autónoma con más de un millón de desempleados, principalmente jóvenes.
La socialista dijo que su Gobierno apoyará el emprendimiento y la investigación y desarrollo, hará rebajas en el IRPF y otros impuestos, y defenderá servicios públicos con mayor inversión en educación y sanidad.
Para atraer a Podemos, Díaz planteó reducir en un 10 por ciento el número de altos cargos y contratos y abordar el problema de los desahucios con una ley de protección en vivienda para colectivos más vulnerables, dos de las reclamaciones de la formación liderada en Andalucía por Teresa Rodríguez.
Si es investida presidenta, prometió una legislatura "moderada, con diálogo y entendimiento", adelantando de lo que podría ocurrir en el resto de España si, como vaticinan los sondeos, las elecciones generales de final de año arrojan un Congreso de los Diputados igualmente fragmentado.
"Un nuevo tiempo político se avecina para España, y Andalucía se ha adelantado", afirmó Díaz, que será madre en los próximos meses, pidiendo al resto de los grupos que permitan su investidura por "responsabilidad" hacia con los 8,4 millones de andaluces.