El cofundador y socio mayoritario del despacho cursó estudios de Derecho en la Universidad Hispalense entre los años 1986 y 1991. Gómez de la Rosa es consumado especialista en materia de seguro y responsabilidad civil tras largos años de dedicación. Se trata además de una presencia habitual en actos, asociaciones y movimientos de todo tipo vinculados a la actividad de la detección de metales, vocación que primero desarrolló como simple aficionado y que en la actualidad le ha convertido en una más que reconocida autoridad a nivel nacional en materia de derecho del patrimonio histórico, lo cual le ha llevado a asumir en los últimos años la dirección jurídica en gran parte de los macroprocedimientos judiciales desarrollados en nuestro país en relación con dicha materia, muchos de ellos con una destacada repercusión mediática.
¿Cómo se vislumbra el universo de la responsabilidad civil y de seguros?
Mucho más allá de lo que la mayoría de la población e incluso muchos compañeros de profesión piensan, el ámbito de la responsabilidad civil y del seguro abarca la práctica totalidad de los campos del derecho y, siendo importantes las cuestiones derivadas de la circulación de vehículos a motor, la realidad de nuestro trabajo alcanza un universo de materias, todas aquellas a las que se extiende el mundo del seguro y la responsabilidad civil, precisando hoy día la casi totalidad de las actividades públicas y privadas y la cobertura de una póliza. Evidentemente de ahí se deriva que nuestra intervención sea precisa e imprescindible en todas y cada una de las jurisdicciones. En definitiva, el universo del derecho del seguro alcanza al universo de las relaciones humanas y los problemas que de las mismas se derivan.
¿Cree que el mercado de seguros puede crecer?
Al hilo de lo anterior, la actual tendencia de la sociedad hace preciso que la imprescindible asunción de riesgos en el ejercicio de cualquier actividad mercantil o privada se vea salvaguardada por la cobertura que ofrece un contrato de seguro. Sería impensable que la circulación de vehículos a motor o la construcción de un edificio, sirva lo anterior como mero ejemplo, con las implicaciones económicas que de dichas actividades se puedan derivar en un momento determinado, se ejercitasen con la simple garantía de la persona física o jurídica que las desarrollan. En este sentido el mercado del seguro presenta un carácter de absoluta necesariedad, ampliándose su campo de cobertura cada día más allá de los que han sido sus tradicionales ámbitos de implantación.
No obstante lo anterior, la disminución de la actividad económica con motivo de la actual crisis supone la ineludible reducción del volumen de contratación, estando limitada la misma por la existencia de un importantísimo conjunto de actividades en las que el seguro entra dentro de la obligatoriedad legal.
En definitiva, aunque coyunturalmente pudiera existir una paralización del crecimiento exponencial que el mundo del seguro viene presentando en los últimos lustros, conforme a lo anteriormente expuesto dicha paralización se verá con seguridad compensada por la ampliación de la actividad aseguradora a nuevos campos económicos hasta ahora infrecuente o anecdóticamente cubiertos por una póliza.
En el área práctica que ejerce su despacho, ¿cuál cree que será la evolución que sufra?
GÓMEZ DE LA ROSA ABOGADOS es una firma con veinte años de implantación, estando especializada en la prestación de servicios a entidades aseguradoras que de forma permanente, a través de contratos de arrendamientos de servicios profesionales, han venido durante ese tiempo requiriendo nuestros servicios y prestándonos con ello la oportuna confianza.
Aunque los comienzos se limitaron al ámbito territorial de la provincia de Córdoba, nuestro devenir profesional, por imperativo de las propias entidades que nos han venido confiando la defensa de sus intereses, se fue ampliando hasta alcanzar el nivel regional, siéndonos preciso hace ocho años el aperturar sede física en la ciudad de Málaga, en la que ya veníamos desarrollando un importante volumen de trabajo desde años atrás. Actualmente, y por idénticos motivos, estamos ultimando los detalles para poner en funcionamiento una nueva sede en la capital de Andalucía a fin de poder prestar un adecuado servicio en toda la zona occidental de la región.
Todo lo anterior unido al seguro crecimiento de la actividad aseguradora nos llevan a mantener las mejores expectativas en cuanto al futuro de esta firma.
No hay que olvidar que la prestación de un adecuado servicio al cliente hace necesaria la conformación de un equipo de profesionales que aseguren que la misma se lleve a término en todo momento, tanto para asuntos de trascendencia económica como en otro de cuantía ínfima o insignificante. En este sentido siempre nos hemos esmerado en que el personal de cualquier nivel que conforma nuestra estructura alcance los máximos niveles de capacitación profesional y humana, aspecto éste último en muchas ocasiones tan importante, si no más, que el primero.
¿Su despacho es favorable al litigio o aplaude también el arbitraje en torno a los seguros?
La reciente Ley de Arbitraje abre un campo de actuación, nuevo en teoría, para los letrados de cualquier especialidad que, de desarrollarse como es previsible que lo haga, supondrá un importante cambio en las mecánicas y procedimientos de actuación hasta ahora habituales. La función primordial del letrado es la de solventar el problema que se le plantea de la forma más rápida y económica posible, satisfaciendo con ello el interés del cliente. El litigio, desde nuestra perspectiva de trabajo, es la última solución para la resolución del problema, debiendo agotarse siempre cualquier posibilidad de arreglo extrajudicial, sea éste vía arbitraje o por cualquier otro medio.
En el sentido de lo expuesto, el arbitraje será una importante herramienta para evitar la excesiva litigiosidad que en estos tiempos sufrimos a todos los niveles.
No compartimos las opiniones que dentro de la profesión algunos compañeros plantean en cuanto a que esta nueva vía de solución supondrá una importante disminución del volumen de trabajo en los despachos. La intervención del letrado devendrá imprescindible en el campo arbitral tanto desde el punto de vista de su intervención como árbitro como en la defensa de los argumentos de las partes dentro de dicho procedimiento. En definitiva se extrajudicializarán determinadas cuestiones que en lugar de resolverse ante un Tribunal lo harán en el ámbito del tribunal de arbitraje, pero en todo caso nuestra actuación será, como ahora, necesaria.
¿Cree que es bueno determinar en el contrato o en las pólizas qué institución administra el procedimiento?
Debe romperse el mito, muchas veces desgraciadamente cierto en este ámbito, de que los contratos de seguro adolecen de falta de concreción y claridad. Al margen de que la jurisprudencia viene interpretando dichas carencias siempre en favor del interés del asegurado, esas deficiencias deben ser subsanadas en aras de la absoluta claridad de los términos y riesgos que las partes voluntariamente asumen.
En los últimos años las entidades aseguradoras vienen haciendo un importante esfuerzo para que los condicionados particulares de las pólizas sean de fácil entendimiento por parte del asegurado, estando claramente determinadas y establecidas las obligaciones y derechos que a los contratantes les vinculan a partir del momento en que el contrato se rubrica.
¿Hacia dónde mira el Despacho?
Dentro de nuestro ámbito de actuación en el amplísimo mundo del Derecho, nuestro objetivo no es otro que el de mantener el mismo nivel de calidad en el servicio que prestamos a nuestros clientes, ampliando como dijimos anteriormente nuestra red a fin de poder atender convenientemente a los asegurados de nuestros clientes que confían en que se les dispense un trato y atención directas.
Actualmente con nueve abogados, ¿aumentará el número y se pasará ya de las dos cifras?
De forma ininterrumpida y constante desde el nacimiento de la firma, el número de asuntos tramitados en nuestros despachos ha ido en aumento año a año, obligando la carga de trabajo a la incorporación de nuevos compañeros que han permitido la asunción de las nuevas necesidades sin merma para la calidad del servicio prestado.
El procedimiento que siempre hemos seguido es la de que la incorporación al equipo, salvo puntuales excepciones, se realice desde posiciones de experiencia profesional previa en el sector. A partir de ese momento la asunción de responsabilidades ha sido simultánea a la capacitación y perfeccionamiento alcanzado por cada uno hasta alcanzar un nivel óptimo.
Es igualmente importante la adaptación a los sistemas de trabajo del despacho sin olvidar el necesario conocimiento de los sistemas informáticos y de gestión que utilizamos desde hace años y que nos permiten trabajar desde nuestras actuales dos sedes contra un único servidor.
Confiamos en pasar a las dos cifras en muy breve plazo lo cual devendrá afortunadamente inevitable una vez entre en funcionamiento nuestro nuevo despacho en Sevilla.
