Su patrocinado comprobó que en los juzgados de familia no había ningún procedimiento abierto con sus datos
La Audiencia de Barcelona ha condenado a un letrado a un año de prisión por apropiarse indebidamente de 3.000 euros que cobró a un cliente para la tramitación de una demanda de divorcio que nunca llegó a interponer.
La Audiencia de Barcelona ha condenado a un letrado a un año de prisión por apropiarse indebidamente de 3.000 euros que cobró a un cliente para la tramitación de una demanda de divorcio que nunca llegó a interponer.
A finales de 2000, el letrado aceptó tramitar un divorcio y recibió 3.000 euros en concepto de provisión de fondos, pero el acusado, en vez de iniciar la actuación procesal, se quedó con el dinero. No fue hasta mediados de 2004 cuando el cliente descubrió que había sido víctima de un engaño, después de que los juzgados de familia le confirmaran que no existía ningún procedimiento abierto con sus datos. Tras conocer el engaño, la víctima se reunió con el letrado y le pidió que le retornara la suma entregada, pero el acusado se negó a hacerlo e incluso llegó a golpearle, provocándole lesiones leves.
Por ese hecho, la Audiencia condena al abogado por una falta de lesiones y le obliga a indemnizar con 7.038 euros a la víctima, a quien también deberá devolver el dinero recibido por el patrocinio del proceso que nunca inició.