
Cualquier trayecto, bien sea físico, personal o laboral que emprendemos a lo largo de nuestras vidas tiene un horizonte, un destino que lo dota de sentido y que nos ayuda a sobreponernos a las dificultades que encontramos por el camino. El combustible que nos permite avanzar en el ámbito profesional es la vocación y la jurídica es una carrera de fondo de carácter fuertemente vocacional.
All Talks, una producción de Aranzadi LA LEY, presenta Trayectorias con sentido, una serie de entrevistas en las que la socia directora de Mirada 360, Lidia Zommer, conversa con algunas de las personas que han transformado la abogacía española. En estos diálogos el derecho adquiere un papel secundario para dejar todo el protagonismo a las personas y descubrir lo que de verdad importa: “el factor humano que se encuentra detrás de cada gran logro”. Una excelente oportunidad para conocer el sentido de la trayectoria de todos ellos.
Una líder discreta y reflexiva
En este noveno encuentro de Trayectorias con sentido Lidia Zommer entrevista a Alicia Muñoz Lombardía, vicesecretaria del Consejo de Santander España y directora de gobierno, regulación y asesoría jurídica y patrona de la Fundación Aranzadi LA LEY. Alicia es una abogada que lleva más de tres décadas dejando huella en el mundo financiero y jurídico; una líder discreta y reflexiva que ha vivido transformaciones profundas en su sector.
A lo largo de la entrevista nos comparte su trayectoria profesional, marcada por la curiosidad intelectual, la valentía al reinventarse y la búsqueda de valor en cada paso que ha dado. Sus palabras reflejan una sinceridad inspiradora, al narrar cómo su origen familiar inculcó en ella el significado del sacrificio y los valores que forjan un carácter fuerte y resiliente. «Si pierdes tu esencia, lo pierdes todo”, una reflexión que transmite sus profundas raíces familiares.
La historia de su familia, donde su padre superó la adversidad desde una edad temprana y su madre incentivó la independencia y la inquietud intelectual, ha cimentado su forma de desenvolverse en la vida. Sobre los avances de las mujeres en posiciones directivas, ha sido testigo y protagonista de las importantes mejoras experimentadas en este campo, pero reconoce que aún quedan muchos desafíos por afrontar.
También reivindica que no hay que ser una persona excepcional para tener una carrera profesional exitosa y recuerda que el liderazgo y las habilidades no siempre son innatas, sino que se desarrollan con experiencia. Con humildad, admite que, sobre determinados temas, sabe menos que algunos miembros de su equipo: «identifico el liderazgo con sacar lo mejor de cada una de ellos» y la importancia de estar al lado del negocio. Su espíritu rebelde contra las injusticias y el desdén por las imposiciones son parte de su carácter desconocido para muchos, pero crucial en su perspectiva sobre la diversidad y apertura en el ámbito jurídico. Sus reflexiones sobre la necesidad de que los juristas sean menos corporativistas y más inclusivos resaltan su visión progresista en un entorno que debe renovarse para atraer a las nuevas generaciones, “que están perdiendo el interés por la profesión jurídica. Tenemos que salir de nuestra jerga jurídica y ser más abiertos y menos elitistas”, afirma.
Sobre el legado que le gustaría dejar, quisiera ser recordada por su generosidad y disponibilidad, que «siempre que alguien haya pedido mi ayuda la haya recibido». En tiempos donde la inteligencia artificial transforma profesiones, asegura que el elemento humano, “nuestra capacidad de empatía”, es irremplazable”, afirmando con firmeza que «la inteligencia artificial no nos va a sustituir». A través de su historia, nos invita a ser valientes y auténticos, aprovechar oportunidades de crecimiento para generar impacto, pensar siempre en los clientes y ser verdaderos agentes de cambio en el mundo.