Cualquier trayecto, bien sea físico, personal o laboral que emprendemos a lo largo de nuestras vidas tiene un horizonte, un destino que lo dota de sentido y que nos ayuda a sobreponernos a las dificultades que encontramos por el camino. El combustible que nos permite avanzar en el ámbito profesional es la vocación y la jurídica es una carrera de fondo de carácter fuertemente vocacional.
All Talks, una producción de Aranzadi LA LEY, presenta Trayectorias con sentido, una serie entrevistas en las que la socia directora de Mirada 360, Lidia Zommer, conversa con algunas de las personas que han transformado la abogacía española. En estos diálogos el derecho adquiere un papel secundario para dejar todo el protagonismo a las personas y descubrir lo que de verdad importa: “el factor humano que se encuentra detrás de cada gran logro”. Una excelente oportunidad para conocer el sentido de la trayectoria de todos ellos.
“Andrés Monereo fue un maestro, un amigo y una persona extraordinaria”
En este segundo encuentro de Trayectorias con sentido Lidia Zommer entrevista a Sonia Gumpert, socia de Monereo Meyer y una figura clave de la abogacía española. La también ex decana del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), el colegio profesional más grande de Europa Continental con más de 80.000 colegiados nos habla sobre sus sueños y apuestas vitales más significativas, los consejos que se daría a sí misma, y cómo conecta su propósito con su legado duradero. Desde pequeña quiso ser abogada y su “carácter peleón” fue lo que le llevó al decanato del ICAM, “una forma fantástica de contribuir a nuestra profesión”. Considera llamativo que hasta entonces “nunca hubiera habido una mujer al frente del colegio cuando la base de la profesión es a partes iguales entre hombres y mujeres”. En el ámbito personal el momento más difícil fue la muerte de su socio Andrés Monereo, “un maestro, un amigo y una persona extraordinaria”. Si tuviera que configurar su dream team, convocaría “a mi marido y a mi madre, pero también a Mozart; no concibo una vida sin música”.
