Branding para abogados en la era del marketing digital

Dentro de esa ecuación hoy traemos un tema que si bien no es transformación digital per se, sí que tiene mucho que ver con ella y empieza a ser una preocupación en auge. ¿Puede el branding y la identidad de marca cambiar en un panorama que avanza hacia lo puramente digital?

El pasado y el futuro: un paradigma que afecta a los despachos

Como si pareciesen resistirse a una tendencia absolutamente real, estamos viviendo una moda entre las nuevas corporaciones de apostar por nombres de despachos jurídicos en latín. Obviamente, no tiene nada de malo, sobre todo si tenemos en cuenta que en el naming todo es válido, siempre que se haga pensando en el público y se invierta luego en una buena estrategia de branding.

Ahora bien, ese branding en la era digital ya no se basa de manera exclusiva en las normas de antaño. Tanto es así que aquello de que suene bien, que sea fácil de pronunciar y de recordar, y que a ser posible tenga una serie de vocales y consonantes que se asocian a percepciones positivas en la cultura del lugar, ya no es suficiente. Ahora existe el señor Google, y poder escribir bien la marca de primeras es más relevante que nunca.

Si bien existen cientos de opciones en cuanto a plataformas de marketing abogados y agencias de marketing jurídico que podrían revertir esa situación de un nombre poco adecuado a la era digital, lo que está claro es que si hay un nuevo despacho, o se va a hacer un rebranding, lo mejor es hacerlo bien desde el principio. Y ello implica no solo aquello que ya conoces, sino también que el usuario pueda buscarte fácilmente en la red. Así que lo del latín, salvo casos muy concretos, quizás sea mejor dejarlo como moda pasajera.