“Vivo: es decir, me diferencio de todos los demás.”
Hebbel
Para referirnos a la diversidad de estilos de mediación, partimos de una definición común y amplia de mediación, como la que ofrece definición de la Ley 5/2012, de Mediación en asuntos civiles y mercantiles, en su artículo 1: “Se entiende por mediación aquel medio de solución de controversias, cualquiera que sea su denominación, en que dos o más partes intentan voluntariamente alcanzar por sí mismas un acuerdo con la intervención de un mediador.”
En el marco tan amplio de la mediación que ofrece este concepto, conviven diferentes estilos profesionales de la mediación, con independencia del ámbito en el que ejerzan su profesión.
Siguiendo el modelo de clasificación que ha realizado Leonard L. Riskin, conocida como la parrilla de Riskin, podríamos diferenciar los siguientes estilos de mediación, en base a las siguientes categorías:
Según el criterio restrictivo-extensivo, podríamos distinguir a:
- Los mediadores restrictivos, como aquellos que abordan los problemas con una definición del conflicto de manera restringida, poniendo el foco exclusivamente en el ámbito de las posiciones.
- Los mediadores extensivos, como aquellos que abordan las controversias con una definición del conflicto de manera más general, haciendo extensiva su intervención hacia los intereses de las partes.
Según el criterio evaluativo (o directivo) –facilitativo ( o elictivo), podríamos distinguir entre:
- Los mediadores evaluativos, aquellos que realizan valoraciones, predicciones y propuestas a las partes, guían y dirigen el proceso o a las partes hacia una determinada perspectiva o resultado
- Los mediadores facilitativos, aquellos que facilitan el proceso sin realizar propuestas, favoreciendo y acompañando a las partes para que encuentren las soluciones.
En relación con estos últimos estilos propuestos por Riskin, podemos configurar ambos extremos (evaluativos y facilitativos) como un continuo, que se corresponde con los estilos de comunicación para el cambio definidos por Miller y Rollnick. Estos autores identifican tres estilos de comunicación para el cambio:
- Estilo directivo: en el que el mediador hace propuestas, presta ayuda y ofrece información, instrucciones y consejo.
- Estilo de acompañamiento: basado en la escucha y comprensión sin ofrecer consejo ni aportaciones propias.
En el centro de estos dos estilos se encontraría el estilo de guía, que combina la escucha con ofrecer la información precisa, situándose en un territorio intermedio entre dirigir y acompañar, e incluye elementos de ambos estilos.
Además de los tipos de mediadores que hemos referido hay muchos más estilos (como los esenciales Harvard, transformativos, narrativos y estratégicos, entre otros muchos) sobre los que volveremos en siguientes entradas.
La reflexión sobre qué tipo de mediadores somos en base a estos modelos, u otros y si lo somos en todo tipo de casos, y para qué, puede ayudarnos en el ejercicio de la mediación. En el Día de la Mediación nos gusta celebrar que la mediación es una disciplina diversa e inclusiva, que ofrece un lugar para todas las personas mediadoras.