El tratamiento de datos de carácter personal determina la necesidad de que el responsable del fichero, así como todas aquellas personas que intervengan en alguna fase del tratamiento de datos, cumplan con las correspondientes obligaciones que les impone la ley con objeto de garantizar al interesado un tratamiento legal y leal de sus datos de carácter personal.
El cumplimiento de dichas obligaciones despega sus efectos a lo largo de las diferentes fases en las que se divide el tratamiento de datos, siendo alguna de las mismas anterior incluso a la recogida de datos de carácter personal, como es el caso de la inscripción del fichero en el Registro General de Protección de Datos.
En cualquier caso, en todas las fases del tratamiento el mismo tiene que ser legal y leal, de forma que se garantice el cumplimiento de las disposiciones correspondientes. Asimismo, resulta necesario atender al cumplimiento del deber de secreto por parte del responsable del fichero y de aquellas personas que intervengan en cualquier fase del tratamiento.
En aras de garantizar un correcto tratamiento de los datos, resulta necesario atender a la necesidad de establecer los procedimientos necesarios y adecuados que permitan al interesado ejercitar sus derechos sin que se le impongan trabas u obstáculos innecesarios que lo impidan.
Asimismo, adquieren una importancia esencial las medidas de seguridad de índole técnico y organizativo, que tanto el responsable del fichero como el encargado del tratamiento vienen obligados a implantar en virtud del Reglamento de Desarrollo de la LOPD, aprobado por el R.D. 1720/2007, con el fin de evitar su alteración, pérdida, tratamiento o acceso no autorizado y que se encuentran detalladas en función del nivel de medidas de seguridad correspondiente, según la naturaleza de los datos tratados.
