ISLAMABAD (Reuters) – Un grupo de hombres fuertemente armados atacó el domingo el mayor aeropuerto de Pakistán, en Karachi, y al menos a 23 personas murieron durante la incursión nocturna, en uno de los ataques más importantes en el país.

El asalto al aeropuerto internacional Yinah, en Karachi – la
capital comercial del país, con 18 millones de habitantes -, se ha
producido en un momento en el que el Gobierno del primer ministro Nawaz
Sharif intenta llevar a los talibanes a la mesa de negociación, tras años de violencia.
Comenzó justo antes de medianoche, cuando 10 hombres con uniformes militares entraron a tiros en la antigua terminal del aeropuerto, utilizada sobre todo para vuelos charter y ejecutivos.
Los talibanes paquistaníes, una alianza de grupos insurgentes que trata de derrocar al Gobierno y establecer un estado islamista, se atribuyeron la responsabilidad, diciendo que era en respuesta a los ataques militares sobre sus bastiones a lo largo de la frontera afgana.
"Es un mensaje al Gobierno paquistaní de que estamos todavía vivos para reaccionar por la muerte de gente inocente en ataques con bombas sobre sus pueblos", dijo el portavoz paquistaní Shahidula Shahid.
El asalto prácticamente destruye las probabilidades de unas
negociaciones de paz significativas con el Gobierno de Sharif, que llegó
al poder el año pasado prometiendo encontrar una solución negociada a años de violencia.
ATRIBUYE A EXTRANJEROS
El intercambio de disparos entre las fuerzas del orden y los atacantes duró varias horas y las imágenes
de televisión mostraron fuego en el aeropuerto, mientras las
ambulancias transportaron a las víctimas. Al amanecer del lunes, el
Ejército aseguró que el aeropuerto había sido recuperado.
"Diez militantes entre 20 y 25 años han sido muertos por las fuerzas de seguridad", dijo un portavoz del cuerpo paramilitar de los Rangers. "Se ha recuperado un gran depósito de armas y municiones".
Este cuerpo de seguridad dijo que los atacantes eran uzbecos. Pakistán suele culpar a extremistas extranjeros ocultos en las zonas descontroladas a lo largo de la frontera afgana de preparar ataques junto con los talibanes en todo el país.
Más temprano, las autoridades dijeron que todos los vuelos habían sido desviados.
Las negociaciones de paz entre el Gobierno y los talibanes de Pakistán se han hundido en los últimos meses, reduciendo las esperanzas de llegar a un acuerdo con la insurgencia, que continúa los ataques contra blancos del Gobierno y de seguridad.