MADRID (Reuters) – El Banco de España pronosticó el viernes una nueva moderación en la caída del Producto Interior Bruto (PIB) del país en el cuarto trimestre y apoyó al Gobierno socialista en su reciente mensaje de reducir fuertemente el gasto en los próximos años y garantizar la estabilidad del sistema de pensiones.
Pese a la mejora desde los peores registros de los trimestres anteriores, técnicamente la economía española sigue en recesión.
La institución dijo en su boletín económico de enero que sus estimaciones apuntan a un descenso del PIB intertrimestral del 0,1 por ciento entre octubre y diciembre, frente a la caída del 0,3 por ciento en el trimestre precedente.
En datos interanuales, la caída de la actividad se situó en el 3,1 por ciento, nueve décimas menos que en el trimestre previo.
"Con este cierre del año, el PIB habría descendido a una tasa del 3,6 por ciento en el conjunto de 2009, la mayor caída de la actividad de las últimas décadas, en consonancia con la severidad de las tendencias contractivas a las que se ha enfrentado la economía mundial durante los dos últimos ejercicios", dijo el banco central.
En el año 2008, España encadenó el decimoquinto año de su fase expansiva con un crecimiento anual del 0,9 por ciento.
Según el Banco de España la demanda nacional disminuyó un seis por ciento de promedio en 2009, parcialmente amortiguada por la demanda exterior, que tuvo una contribución positiva al PIB del 2,7 por ciento, la mayor de las últimas décadas.
RENOVADAS TENSIONES
El Banco de España explicó que a pesar de que las tensiones financieras se atenuaron en el cuarto trimestre de 2009, en la parte transcurrida de 2010 se ha observado "un ligero repunte de la inestabilidad financiera … en un contexto de mayor preocupación por el riesgo soberano".
En este contexto, aplaudió el reciente anuncio del Gobierno de recortar el gasto público en 50.000 millones de euros hasta el año 2013 para garantizar el objetivo de reducir el déficit público al tres por ciento desde el 11,4 por ciento previsto en 2009.
Pese a reconocer cierta contención en los costes laborales recientes, la institución dijo que son necesarios mayores ajustes por la magnitud de la caída del empleo.
Asimismo, ante una perspectiva de repunte en los precios del consumo, dijo que es muy importante "preservar diferenciales favorables" a la economía española para mejorar la competitividad.
También insistió en la necesidad de avanzar en las reformas estructurales y dijo que la sostenibilidad del sistema de pensiones tendrá particular trascendencia.
"(…) Un aumento gradual de la edad de jubilación, que puede contribuir de manera significativa al equilibrio financiero del sistema público de pensiones, y las referidas al funcionamiento del mercado de trabajo", dijo.
