El primer ministro japonés, Naoto Kan, mantuvo a sus aliados en puestos claves en una remodelación de su Gobierno el viernes, subrayando que prevé continuar presionando para contener la enorme deuda del país.
En una iniciativa preocupante ya que la frágil recuperación económica japonesa podría complicar dichos esfuerzos, Kan iba a dar instrucciones a su nuevo Ejecutivo para que apartara un presupuesto extra para el actual año fiscal, que concluye el 31 de marzo, informó una agencia de noticias.
Pero la financiación para estas nuevas medidas se encontrará sin emitir más bonos, afirmó Kyodo.
Kan mantuvo al ministro de Finanzas, Yoshihiko Noda, que esta semana supervisó la primera intervención de Japón en los mercados monetarios en seis años para contener el alza del yen y proteger la economía, muy dependiente de las exportaciones.
Nora reiteró el viernes que Tokio estaba preparado para intervenir de nuevo si era necesario.
Kan, que llegó al cargo en junio como el quinto primer ministro de Japón en tres años, derrotó a su rival Ichiro Ozawa en una votación interna de su partido el martes. Ozawa, un estratega salpicado por un escándalo conocido por dar un revulsivo a las situaciones, está a favor del gasto para estimular la economía si es necesario, incluso si ello implica incrementar la deuda pública.
Pero Kan debe tratar de unificar su fracturado partido, donde casi la mitad de los diputados votaron a favor de Ozawa en la votación interna, mientras éste trata de contener la subida del yen y evitar la deflación pese a una inmensa deuda pública.
"Esto es un nuevo comienzo para la administración Kan. Los componentes de esta restructuración son los que llevarán a cabo las reformas y abrirán un nuevo camino para Japón, que es un Estado difícil", dijo el secretario jefe del gabinete Yoshito Sengoku.
El Partido Democrático de Japón (PDJ) llegó al poder con una amplia mayoría hace un año prometiendo un cambio después de más de 50 años de gobierno casi ininterrumpido del Partido Democrático Liberal (PDL), pero titubeó bajo la dirección indecisa del predecesor de Kan, Yukio Hatoyama, que abandonó el cargo en junio después de que sus índices de aprobación se desplomaran.
