BERLÍN, 27 sep (Reuters) – Los socialdemócratas de Alemania estaban listos para comenzar el lunes el proceso de tratar de formar un gobierno después de que ganaron por poco sus primeras elecciones nacionales desde 2005 para poner fin a 16 años de gobierno liderado por los conservadores bajo Angela Merkel.
Los socialdemócratas de centroizquierda (SPD) obtuvieron el 25,7% de los votos, por delante del 24,1% del bloque conservador CDU/CSU de Merkel, según los resultados provisionales. Los Verdes llegaron al 14,8% y los liberales Demócratas Libres (FDP) al 11,5%.
La recuperación del SPD marca un renacimiento tentativo para los partidos de centroizquierda en partes de Europa, tras la elección del demócrata Joe Biden como presidente de Estados Unidos en 2020. El partido de oposición de centroizquierda de Noruega también ganó las elecciones a principios de este mes.
El candidato a canciller de los socialdemócratas, Olaf Scholz, dijo que esperaba llegar a un acuerdo de coalición antes de Navidad, aunque
su rival conservador Armin Laschet dijo que aún podía intentar formar un gobierno a pesar de quedar en segundo lugar.
Merkel se mantendrá en el cargo en un papel interino durante las negociaciones de coalición que marcarán el rumbo futuro de la economía más grande de Europa.
El lunes, las partes comenzarán a sondearse mutuamente sobre posibles alianzas en discusiones informales.
Para asegurar una mayoría en el parlamento, es probable que el SPD busque una alianza con los Verdes y el FDP, aunque los dos partidos también podrían asociarse con los conservadores.
«El SPD está en primer lugar. Ganamos las elecciones», dijo Lars Klingbeil, secretario general del SPD, a la televisión ARD, y agregó que el partido lucharía para asegurarse de que Scholz se convierta en el próximo canciller.
El SPD hablará con los Verdes y el FDP sobre la formación del próximo gobierno, dijo, y agregó que la dirección del partido se reunirá el lunes para discutir los próximos pasos.
Si Scholz, de 63 años, logra formar una coalición, se convertiría en el cuarto canciller del SPD de posguerra después de Willy Brandt, Helmut Schmidt y Gerhard Schroeder. Ministro de Finanzas en el gabinete de Merkel, es un ex alcalde de Hamburgo.
Pero Laschet, de 60 años, todavía se aferraba a la posibilidad de que pudiera ser canciller, a pesar de que llevó a los conservadores a su peor resultado electoral.
¿COALICIÓN PARA NAVIDAD?
Merkel se ha mantenido grande en el escenario europeo casi desde que asumió el cargo en 2005, cuando George W. Bush era presidente de Estados Unidos, Jacques Chirac en el Palacio del Elíseo en París y Tony Blair primer ministro británico.
Pero los aliados de Berlín en Europa y más allá probablemente tendrán que esperar meses antes de que puedan ver cómo el nuevo gobierno alemán se involucrará en asuntos extranjeros.
Suponiendo que el SPD acuerde un acuerdo con los Verdes y el FDP, los Verdes podrían proporcionar el ministro de Relaciones Exteriores, como lo hicieron con Joschka Fischer en su anterior alianza bidireccional con el SPD, mientras que el FDP está buscando el Ministerio de Finanzas.
Una disputa entre Washington y París sobre un acuerdo para que Australia compre submarinos estadounidenses en lugar de franceses ha puesto a Alemania en un lugar incómodo entre los aliados, pero también le da a Berlín la oportunidad de ayudar a sanar las relaciones y repensar su postura común sobre China.
Al enterarse de que el SPD estaba ligeramente por delante en las encuestas, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo a los periodistas en Washington: «Seré maldito … Son sólidos».
En cuanto a la política económica, el presidente francés, Emmanuel Macron, está ansioso por forjar una política fiscal europea común, que los Verdes apoyan, pero la CDU / CSU y el FDP rechazan. Los Verdes también quieren «una ofensiva de expansión masiva para las renovables».
Una cosa es cierta: el futuro gobierno no incluirá a la ultrarechista Alternativa para Alemania (AfD), que obtuvo un 10,3%, una caída con respecto a hace cuatro años, cuando irrumpieron en el parlamento nacional con el 12,6% de los votos. Todos los políticos de la corriente principal descartan una coalición con el partido.
