España está considerando congelar las pensiones y acelerar el alza en la edad de jubilación mientras lucha por contener el gasto y cumplir las condiciones de un esperado paquete de ayuda internacional, dijeron fuentes conocedoras del asunto.
Las medidas permitirían ahorrar al menos 4.000 millones de euros al año y cumplir con las recomendaciones contenidas en un documento de la Unión Europea publicado en mayo, que según fuentes de la zona euro está siendo utilizado como marco para un programa de ayuda soberana.
La aplicación del alza de la edad de jubilación hasta los 67 años desde los 65 actuales, actualmente prevista para realizarse de forma gradual en los próximos 15 años, se adelantará con toda seguridad, dijeron las fuentes. También se está estudiando desligar el alza de la inflación de la revalorización de las pensiones.
España, el nuevo epicentro de la crisis de deuda después de Gracia, Portugal e Irlanda, está estudiando pedir ayuda externa para manejar su elevado déficit público y creciente deuda. Los costes de financiación cayeron el jueves en una subasta de bonos a 10 años, pero el alivio pudiera resultar poco duradero.
Las nuevas medidas en pensiones, que podrían anunciarse tan pronto como la semana que viene con los presupuestos para 2013, podrían enviar una fuerte señal a los inversores de que España es seria en cuanto a la implementación de reformas estructurales retrasadas en el pasado por su coste político.
El primer ministro español, Mariano Rajoy, que se ha visto forzado varias veces este año a romper promesas electorales como no elevar los impuestos, ha dicho en varias ocasiones que no tocaría las pensiones, pero tiene pocas opciones para ajustar el presupuesto tras el fuerte recorte del gasto.
No obstante, recientemente matizó la rotundidad de esta afirmación y dijo que esto sería "la última cosa" que haría. El martes, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría dijo que no llevaría a cabo ningún recorte en las pensiones "por ahora".
Fuentes con conocimiento de las ideas del Gobierno dijeron que los comentarios de Rajoy eran una muestra de que su determinación se estaba relajando.
"Él sólo ha dicho que no cortaría las pensiones. Pero, ¿has oído algo más? Sabemos que hay distintas formas de recortar. Una de ellas es simplemente desligarlas de la inflación", dijo una de las fuentes.
Una segunda fuente indicó que la aceleración en el cambio de la edad de jubilación era apoyada por el Gobierno mientras que una tercera fuente, que trató el asunto con altos cargos del Gobierno español, dijo que se esperaba una congelación.
"No incrementarlas también es un ajuste", dijo la tercera fuente.
CONGELACIÓN
Muchos economistas también creen que una congelación es inevitable.
El presupuesto para 2012 cuenta con un alza de la inflación del 1 por ciento – alrededor de 1.000 millones de euros – pero la inflación está cercana al 3 por ciento, lo que incrementaría la factura prevista hasta los 5.000 millones de euros, que se pagaría a los pensionistas en enero pero con cargo a los presupuestos de 2012.
Para los próximos años, teniendo en cuenta una inflación anual del 2 por ciento, que es la referencia utilizada por el BCE para fijar sus tipos, el ajuste aportaría 4.000 millones de euros.
"Es inevitable. Hay que desindexarlas y congelarlas el año que viene", dijo José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney en Madrid.
"Eso para empezar. Con las pensiones, los intereses de la deuda y el coste del desempleo se les va todo el esfuerzo en gasto, así que tienen que actuar en estas partidas", añadió.
Tanto la desvinculación respecto a la inflación como la aceleración del aumento de la edad de jubilación son antiguas exigencias de la Unión Europea y cualquier programa de compra de bonos que tenga como objetivo bajar los costes de financiación de España insistiría en estas condiciones, según afirmaron fuentes de la eurozona.
Los países que fueron rescatados anteriormente, como Grecia, Irlanda o Portugal, tuvieron que aplicar importantes recortes de pensiones.
En Grecia, los recortes oscilaron entre el 20 y el 40 por ciento, mientras que los nuevos pensionistas tuvieron una rebaja del 10 por ciento en Irlanda, y en Portugal se eliminaron las pagas extras de Navidad y verano.
SOSTENIBILIDAD
Aunque la semana que viene se podría hacer un anuncio con la presentación del borrador de los presupuestos de 2013, los analistas políticos dicen que Rajoy podría verse obligado a esperar hasta después de las elecciones del País Vasco y Galicia, que tienen lugar el 21 de octubre.
En las elecciones generales de 2011 Rajoy accedió al poder con una buena acogida entre los electores pensionistas y su primera decisión fue restaurar la revalorización de las pensiones en función de la inflación, que su predecesor José Luis Rodríguez Zapatero había eliminado en mayo de 2010, cuando España entró en el ojo del huracán de la crisis de deuda europea.
Zapatero también aprobó una ley que aumentaba la edad de jubilación en dos años, con una implementación gradual hasta 2027. El Partido Popular de Rajoy, entonces en la oposición, votó contra el cambio.
Con el desempleo en torno al 25 por ciento y perspectivas de que siga en esos niveles al menos hasta 2015, el número de personas que contribuye al sistema de pensiones públicas ha caída a su nivel más bajo en 10 años y la ratio de afiliados/pensionistas para la sostenibilidad del sistema ha caído a 2,39.
Teniendo en cuenta el rápido envejecimiento de la población y el creciente desempleo, este ratio podría caer a 2 los próximos meses, un nivel que España debería haber alcanzado solo en 2050 según un informe de la OCDE de 2011.
El Gobierno recurrió a 4.400 millones de euros del Fondo de Prevención y Rehabilitación para pagar las pensiones de 8,1 millones de pensionistas en julio y agosto, sin descartar hacer uso del Fondo de Reserva de la Seguridad Social en el futuro.
/Por Julien Toyer/