España no ha recibido presiones de sus socios europeos para pedir el rescate, dijo el viernes el presidente del Gobierno español, que reiteró que aún no ha decidido si va a solicitar ayuda.
"No ha habido presiones, lo que ha habido es opiniones", dijo Mariano Rajoy en una rueda de prensa en Bruselas tras un Consejo Europeo que no aportó grandes novedades para resolver la crisis de deuda en la eurozona.
En los últimos días, la prima de riesgo española había experimentado un importante descenso ante las expectativas de que España se habría decidido finalmente a pedir un rescate "blando" – petición de una línea preventiva de crédito al fondo de rescate europeo que activaría las compras de bonos soberanos por el BCE- y Alemania se mostraría más inclinada a permitir esta fórmula.
El jefe del Ejecutivo español no quiso despejar incertidumbres, aunque reconoció el atractivo de dicho rescate "light".
"Es muy importante que el instrumento esté ahí", dijo.
Rajoy se mostró satisfecho por el resultado de la cumbre, ya que en su opinión la "Unión Europea se mueve y España ha impulsado las reformas".
El Consejo Europeo acordó tener la regulación para la unión bancaria a finales de este año y su aplicación a lo largo del año 2013. Esta decisión supone un retraso respecto a la hoja de ruta acordada en julio e implica que la ayuda europea a la banca española no se inyectará de forma directa y por lo tanto, contabilizará como deuda pública.
"Son cuatro puntos del PIB, tampoco es la preocupación más importante para España", dijo en referencia a los 40.000 millones de euros que se estima necesitará España de sus socios europeos para sus bancos.
Respecto a las especulaciones sobre una posible relajación de los objetivos de déficit de España ante la grave recesión de su economía, Rajoy tampoco quiso aclarar si estaba presionando en este sentido.
"España tiene unos objetivos y la intención del Gobierno es cumplirlos".
El presidente del Gobierno español dijo que gran parte de las medidas dirigidas para recortar el déficit fiscal ya están aplicadas.
"Creo que el grueso de las decisiones importantes en materia de déficit se han adoptado. El grueso ya está ahí, y surtirán su efecto en el 2013 y en el año 2014", dijo. "Intentaremos reducir el gasto y aumentar los ingresos de la forma más equitativa y razonable posible".
España debe reducir su déficit presupuestario este año hasta el 6,3 por ciento, luego bajarlo hasta el 4,5 por ciento en 2013 y llegar a por debajo del 3,0 por ciento en 2014.
