El relajamiento en las prohibiciones de endeudamiento a los ayuntamientos en 2011 es un «ajuste fino» del Gobierno español, pero no supone que se hayan superado las dificultades por el elevado déficit público, dijo el jueves la ministra de Economía.

"Hay que aprovechar los márgenes que se tienen cuando se tienen, en el mes de mayo estábamos sometidos a una gran presión, y era necesario publicitar, poner en marcha medidas que fueran claras de entender, muy concretas y muy efectivas, y no era momento desde luego para hacer este ajuste fino y ahora tenemos un pequeño margen", dijo Elena Salgado en una entrevista con Radio Nacional.
El miércoles, la también vicepresidenta primera dijo que los ayuntamientos cuya deuda no sobrepase el 75 por ciento de sus ingresos podrían pedir nuevos créditos en 2011.
"Ahora esa estabilización de los mercados también nos permite que donde había una prohibición absoluta se pueda matizar y que aquellos ayuntamientos más prudentes puedan seguir financiando algunas de sus inversiones con vía de endeudamiento", agregó.
La ministra reiteró que esta política menos restrictiva no pone en peligro el objetivo del Gobierno de reducir el déficit público al tres por ciento del PIB en 2013, e insistió en que la situación es aún delicada.
"Tampoco hay que pensar que todo está ganado, ni mucho menos, seguimos en una situación de dificultad pero tenemos un pequeño margen en el pago de los intereses de la deuda porque los mercados se han estabilizado", dijo.
"Tenemos que seguir vigilantes, (aunque) las medidas que pusimos en marcha en mayo y las que habíamos tomado antes están empezando a dar sus frutos, tenemos más ingresos y se está conteniendo el gasto y el déficit", señaló.
El respiro que han dado en los últimos meses los inversores a la deuda soberana de la eurozona ya permitió que el Ejecutivo español retomara inversiones en obras públicas por unos 600 millones de euros que se habían paralizado para alcanzar los objetivos de déficit.