El CAIRO (Reuters) – La disputa en torno a la nueva constitución egipcia fue suspendida temporalmente el martes cuando un tribunal aplazó hasta finales de septiembre el próximo paso en una guerra legal que ha amenazado con la disolución del organismo que la está escribiendo.

El aplazamiento de la disputa que se ha cernido sobre una de las piezas clave de la transición de Egipto a la democracia, después de la Primavera Árabe que derrocó a Hosni Mubarak, podría dar a la Asamblea Constitucional tiempo para terminar su trabajo.
Eso sería un impulso para islamistas como Los Hermanos Musulmanes, que tienen una gran fuerza en el organismo, y también podría prevenir una maniobra del influyente Ejército por formar una nueva Asamblea.
Demandantes que se oponen a lo que consideran una influencia desmesurada islamista sobre la Asamblea de 100 plazas han abierto el caso pidiendo la disolución del organismo, alegando que se formó de forma ilegal.
La última sesión judicial del caso, que se celebró este mes, dio lugar a una pelea en la sala del tribunal y una nueva demanda, en esta ocasión presentada por los islamistas para pedir que se cambie al juez afirmando que tiene prejuicios sobre el caso. Es ese caso el que un tribunal aplazó hasta el 24 de septiembre, retrasando aún más cualquier discusión del caso original.
"Se considerará una cierta victoria para Los Hermanos Musulmanes. Da a la asamblea tiempo para completar su tarea de entregar un borrador de constitución", dijo Mustafa Kamel Al Sayid, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de El Cairo. "Creo que le da suficiente tiempo a la asamblea".
CARRERA CONTRA EL TIEMPO
Temiendo que el organismo pueda disolverse, la Asamblea Constitucional se ha reunido a diario en una aparente carrera contra el tiempo. Su borrador definirá aspectos cruciales como las competencias del presidente y el Parlamento y el papel de la aún influyente cúpula militar.
También marcará el papel del islam en el sistema egipcio de Gobierno, un campo de gran preocupación para los más progresistas. Sus temores se han visto acrecentados por el éxito de Los Hermanos Musulmanes en las elecciones presidenciales, que ganó Mohamed Mursi.
Un decreto emitido por los líderes militares antes de la victoria de Mursi establece que completar la nueva Carta Magna precede a nuevas elecciones parlamentarias, y hasta entonces el Ejército ejercerá el poder legislativo.
Aunque la decisión del lunes parece abrir el camino para que la Asamblea siga su trabajo, el organismo probablemente encontrará más desafíos, ya que los generales tienen derecho a oponerse a cualquier artículo del documento.
Además, es improbable que el caso desaparezca en los tribunales.