El Gobierno español anunciará el viernes medidas de austeridad de miles de millones de euros, utilizando sus primeros decretos desde que el conservador PP arrasara en las elecciones de noviembre para dar al país un anticipo de los duros ajustes que están por venir.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha prometido sacar adelante la maltrecha economía española cumpliendo con los duros objetivos de recorte de déficit público, al mismo tiempo que reforma un mercado laboral ineficaz y evita que el país caiga en una prolongada recesión.
Pero dado que solo ha dispuesto de una semana para ver las cuentas dejadas por los socialistas y que aún se tiene que elaborar el presupuesto de 2012, las medidas que se anunciarán tras la reunión del Consejo de Ministros serán tan solo el inicio de un penoso camino por recorrer.
"Estoy seguro que veremos recortes. No espero mucho detalle, porque no hay tiempo, ni tienen las cuenta, ni tiene su equipo de colaboradores para mirarlas, y la mitad de los cargos están sin nombrar aún. Van a querer mandar el mensaje de que van a recortar", dijo Pablo Vázquez, economista jefe de Fedea, un 'think tank' con sede en Madrid.
Los Ministerios de Economía y Hacienda negaron informes publicados durante la semana de que el viernes se iban a anunciar unos recortes de 4.000 millones de euros.
España ha estado sometida a un intenso escrutinio de los mercados por su habilidad para controlar las finanzas públicas y Madrid ha temido las primas de riesgo se dispararan a máximos históricos por un efecto contagio de los temores después de que Grecia tuviera que solicitar un rescate internacional en mayo de 2010.
Los socialistas redujeron el déficit presupuestario desde un 11,2 por ciento en 2009 a un previsible 6,5% para este año y Rajoy debe tomar el relevo y disminuir aún más el déficit a un 4,4 por ciento en 2012.
Para conseguirlo, el Gobierno necesita ahorrar unos 20.000 millones de euros, pero sin saber con exactitud el estado de las cuentas públicas hasta que las 17 autonomías presenten sus propios balances, las cifras no se sabrán hasta finales de marzo.
CONGELACIÓN SALARIO MíNIMO
Rajoy dijo en el Congreso la semana pasada que el viernes iba a decretar la ampliación del presupuesto de 2011 hasta el 31 de marzo y que aprobaría un paquete de medidas urgentes de recortes para el primer trimestre. También dijo que el techo de gasto para el 2012 se fijaría a lo largo de enero.
La contratación de los contratos en la mayoría del sector público y la congelación del salario mínimo interprofesional (SMI), la primera desde que se introdujo hace 30 años, son los únicos detalles de los recortes que se conocen hasta ahora. Y Rajoy dijo que el único gasto que subiría serían la inflación de las pensiones.
El Gobierno también puede desvelar el viernes algunos detalles de una ley, que no se aprobará hasta enero, para llevar a cabo una reforma constitucional pactada previamente sobre disciplina fiscal.
Rajoy se enfrenta a un difícil acto de equilibrio, pero dispone de un mandato sólido gracias a su mayoría absoluta en el Parlamento.
Por un lado, necesita reducir el déficit con dramáticos recortes, pero por otro debe aumentar la competitividad y recuperar una economía estancada. También ha propuesto algunas exenciones fiscales para las empresas.
Los salarios españoles han aumentado considerablemente en los últimos años – un 20,8 por ciento entre 2003-2008 en comparación con solo el 9,7% en Alemania según datos del instituto de empresa IESE – lo que ha hecho perder la ventaja competitiva a su fuerza laboral.
El colapso del mercado inmobiliario tras la crisis de crédito mundial de 2007 y la pérdida de confianza de los consumidores ha socavado los pilares económicos de la construcción y los servicios, dejando a España luchando por crecer desde que salió de la recesión en 2010.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo esta semana que esperaba un débil comienzo de 2012 y muchos economistas creen que España ya ha entrado en una recesión que podría prolongarse varios trimestres.
Mientras tanto, la percepción de que los líderes europeos han fracasado a la hora de crear un respaldo creíble contra la crisis de la deuda en la eurozona ha colocado a economías periféricas como España en el centro de atención y eso significa que Rajoy necesita demostrar que tiene un control firme de las riendas de la economía.
Muchos españoles están listos para más recortes, con aproximadamente el 49 por ciento comprendiendo la necesidad de más sacrificios para salir de la crisis, según un sondeo publicado recientemente por El País.
"La mayoría de los españoles sabe que va a ser duro, y no hay por qué andarse con rodeos. Creo que Rajoy piensa en el conjunto de España para aplicar su programa y eso es efectivo, y eso puede significar cierta moderación en los recortes, pero no significa dorar la píldora", dijo David Bach, analista político en el instituto de empresa IE en Madrid.
