- “Es un orgullo haber recibido este reconocimiento por parte de una fundación tan demostradamente comprometida como la Fundación Aranzadi La Ley”
- “En algunos proyectos hemos conseguido implicar a casi cincuenta profesionales e instituciones con perfiles diversos, lo que nos ha permitido abordarlos con una visión holística”
La Fundación Fernando Pombo trabaja desde hace más de diez años en la promoción del respeto y la salvaguarda de los derechos de las mujeres en situación de desigualdad social o de violencia de género; presta especial atención a la violencia llevada a cabo por los medios digitales, la económica, la ejercida sobre las mujeres mayores o la que sufren las víctimas de trata seres humanos con fines de explotación sexual. Su presidente, Manuel Martín, recogió el pasado 11 de junio el galardón con el que la iniciativa Mujeres por Derecho ha querido reconocer la labor de la Fundación.
Al abrir la home (página principal) de su página web, un texto destaca claramente sobre los demás: «Abogacía responsable por un mundo más justo». A veces no hacen falta muchas palabras para marcarse un gran objetivo. ¿Cree que la abogacía ha vivido muchas veces más centrada en el Derecho que en la Justicia?
Partamos de un hecho: la abogacía siempre ha sido solidaria. Su compromiso con la sociedad y su aportación al estado de derecho van mucho más allá de un planteamiento teórico. Para cualquier profesional de la abogacía esta es, sin duda, la mejor carta de presentación.
Desde la Fundación apostamos porque dicho compromiso de la abogacía se extienda y con ello reclame su papel protagonista frente las injusticias luchando por los derechos de los colectivos más vulnerables; en una palabra, que se comprometa con los derechos humanos y la verdad, como decía nuestro querido Fernando Pombo.
Pero los colectivos vulnerables son solo una de las líneas de trabajo de la Fundación. Si tengo tiempo después me gustaría hablar, aunque fuese de pasada de nuestros proyectos, como los relacionados con ética, nuevas tecnologías, derechos humanos y empresas o la abogacía responsable y Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En línea con la anterior pregunta, el prestigioso abogado referente de la abogacía internacional Fernando Pombo dijo en su día, desde la Fundación que lleva su nombre: «Queremos una abogacía protagonista que luche por los derechos humanos y se involucre contra las injusticias del mundo». ¿Considera que la abogacía es más solidaria que hace diez o veinte años?
La abogacía siempre ha tenido un gen solidario. Dicho esto, es verdad que en las últimas dos décadas la conocida como abogacía de los negocios ha asumido un cierto liderazgo, en muchos casos a través de fórmulas pro bono, buscando generar un mayor impacto positivo en la sociedad.
En Gómez-Acebo & Pombo —el caso que mejor conozco—, desde hace ya algún tiempo se desarrollan actuaciones solidarias de distinta naturaleza. Nos gusta pensar que está en nuestro ADN. Sin embargo, fue a partir de la constitución a finales del 2010 de la Fundación Fernando Pombo cuando estas actuaciones adquirieron otra dimensión, tanto en número como en el impacto generado en la sociedad. Se puede decir que hemos “profesionalizado” el pro bono que ya se ejercía.
Dicho esto, no se trata solo de un compromiso de nuestra firma, es un compromiso del sector en el que compartimos mejores prácticas entre todos los despachos que habitualmente nos relacionamos. La Fundación es solo un ejemplo en nuestra profesión; existen más iniciativas de otros despachos e instituciones del mundo del derecho. Desarrollamos una labor que, sin solaparse, complementa la desarrollada a través de los colegios de abogacía dirigida a la orientación y asistencia jurídica gratuita a personas sin recursos.
Durante la última década la Fundación Fernando Pombo ha luchado contra todo tipo de desigualdades por medio de la publicación de varias guías jurídicas gratuitas, ha propuesto mejoras legislativas y ha ofrecido formaciones a profesionales. ¿Qué balance hace del fruto de todo este trabajo?
El balance es bueno, aunque siempre aspiramos a más. Queremos pensar que la Fundación ha jugado un papel importante en el impulso del pro bono en España y en la promoción de una cultura de colaboración entre el sector legal, el tercer sector, el empresarial y el universitario para alcanzar unos fines solidarios compartidos.
Estos fines solidarios incluyen la defensa y salvaguarda de los derechos de los grupos de población más vulnerables, la mejora de marcos normativos específicos y la concienciación y formación de profesionales de la abogacía. Además, son un reflejo tanto de la misión de la Fundación Fernando Pombo como de los resultados concretos de cada proyecto dedicado a afrontar y reducir desigualdades.
Me gustaría también mencionar la labor de investigación y promoción que la Fundación desarrolla en paralelo, tanto a nivel nacional como internacional, en otros temas como Derechos Humanos y Empresas, Derechos Humanos y Nuevas Tecnologías, Mejores Prácticas en despachos centradas en la Abogacía Responsable y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En plena preparación se encuentra también la constitución de un Observatorio de Ética en la Abogacía complementado con un proyecto de formación en deontología jurídica dirigida principalmente a asesorías jurídicas de empresa.
Uno de sus ámbitos de actuación es la lucha contra la desigualdad en materia de género, lo que les ha hecho merecedores de un especial reconocimiento en el III Encuentro Aranzadi LA LEY Mujeres por Derecho. ¿Qué supone para ustedes dicho galardón?
Es un orgullo haber recibido este reconocimiento por parte de una fundación tan demostradamente comprometida como la Fundación Aranzadi La Ley. Ambas compartimos una misión común: acercar la justicia a la sociedad. Este reconocimiento es un estímulo para seguir trabajando en nuestro objetivo, particularmente en promover la aplicación del derecho y de la justicia a las mujeres que sufren algún tipo de discriminación o de violencia en sus distintas manifestaciones.
Nos anima a continuar trabajando en dos nuevos proyectos en marcha dirigidos a mujeres en situación de vulnerabilidad. Uno de ellos está centrado en prevenir y asesorar en violencia de género por medios digitales. El otro, en el desarrollo de una solución tecnológica para informar sobre los derechos de mayor interés para las víctimas o supervivientes de trata con fines de explotación sexual en España.
Para la consecución de sus objetivos y por su limitación de recursos, las fundaciones tienen que hacer un gran esfuerzo para involucrar a otras entidades tanto públicas como privadas. ¿Qué logros y alianzas ha alcanzado la Fundación Fernando Pombo para luchar contra la desigualdad?
La Fundación impulsa siempre todos sus proyectos en colaboración con terceros. Aquí el objetivo es generar el mayor impacto posible en la sociedad.
Identificado y valorado jurídicamente el problema social, estudiamos cómo podemos contribuir a solucionarlo o mitigarlo. Finalmente, formamos los equipos de trabajo. Equipos que normalmente incluyen entidades sociales, otras fundaciones, profesores y estudiantes de universidades y abogados pro bono, asesorías jurídicas de empresas, empresas privadas que puedan aportar un valor diferencial, Administraciones Públicas y, por supuesto, instituciones de la abogacía institucional. De este modo, la Fundación, además de ser uno más, coordina tanto la parte técnico-jurídica como la operativa. En algunos proyectos hemos conseguido implicar a casi cincuenta profesionales e instituciones con perfiles diversos, lo que nos ha permitido abordarlos con una visión holística.
