El nuevo director General de Justicia de la Comunidad de Madrid, Ricardo Ruiz de la Serna, llega a esta responsabilidad después de haber ejercido durante muchos años la Abogacía. Tiene por delante retos como la Ciudad de la Justicia, normalizar la mediación penal y mejorar la situación económica del Turno de Oficio madrileño. No es casualidad que las primeras citas de su agenda tuvieran como centro el Colegio de Abogados de la capital. En esta entrevista tomamos el pulso a un abogado que pasa por un período de tiempo al otro lado de la toga, asumiendo las responsabilidades públicas de su cargo con la misma pasión que acogía a sus clientes y gestionaba los casos en su despacho.
De abogado ejerciente a director general de Justicia, ¿cómo cambia la óptica de los problemas que afectan a los profesionales del mundo jurídico en la Justicia madrileña?
En realidad, sigo trabajando en el servicio al ciudadano aunque en ámbitos diferentes. Son visiones complementarias. En la Abogacía uno se centra en cada asunto concreto y lo trata en sus especificidades, mientras que en la Dirección General tratamos de resolver problemas comunes y que afectan, a la vez, a los ciudadanos que acuden a la Administración de Justicia, a los profesionales que trabajan en ella, etc.
Una de las primeras gestiones de su mandato fue reunirse con los responsables del ICAM tras más de cinco meses de ruptura. ¿Puede ya decirse que se ha creado un diálogo estable?
Los Colegios de Abogados de Madrid y Alcalá así como el Colegio de Procuradores tienen y tendrán siempre las puertas abiertas de la Dirección General de Justicia. Nos hemos reunido, tenemos agendas de actos comunes en los que coincidimos y apostamos por tener y mantener un diálogo habitual y normalizado.
¿Cómo definiría la situación del Turno de Oficio en la Comunidad de Madrid?
Los abogados del Turno de oficio han hecho a lo largo de estos años un gran sacrificio que apreciamos y valoramos. Como ha dicho el consejero de Presidencia y Justicia, Ángel Garrido, hemos incrementado en un 5% el baremo de Justicia gratuita, con el compromiso de subida lineal del 5% cada año hasta recuperar ese 20% en los cuatro años de legislatura, porque en su día experimentó una bajada y estamos examinando también la mejora de determinadas partidas del baremo. Se están elaborando los presupuestos ahora. Las previsiones que manejamos permitirán cumplir con los compromisos asumidos.
En las funciones de su dirección general están las competencias en los órganos de la Administración de Justicia. ¿Puede decirnos qué previsiones hay para la Ciudad de la Justicia en Madrid?
La adjudicación está pendiente de que se resuelva un contrato anterior de acuerdo con lo ordenado por el Tribunal Administrativo de Contratación pública.
En la misma línea, y ya que se ha aprobado la reforma de las leyes de Enjuiciamiento Civil y Criminal. ¿Cómo va a cambiar el día a día del abogado?
La tecnología le permitirá ser más efectivo y agilizará su trabajo diario. En este sentido, también los procuradores van a desempeñar un papel crucial no solo en la postulación procesal sino en todo el ciclo de comunicaciones con los profesionales y las partes.
Una de las apuestas de la reforma es el "papel cero". ¿Cree que estemos realmente ante la solución de todos los males?
No existe una única solución a todos los males pero, sin duda, la reducción de papel agilizará los procesos y reducirá costes e impacto ambiental. Como ha dicho el Consejero, vamos a trabajar para mejorar, por ejemplo, la gestión de los archivos judiciales, y a invertir en tecnología para ahorrar gastos. Por dar una idea de la magnitud del archivo judicial de Madrid, mide hoy unos 160 kilómetros lineales y ocupa un almacén de unos 16 metros de altura.
¿Puede anticiparnos alguna medida nueva que quiera poner en desarrollo en su Dirección General, que afecte directamente al ejercicio de la Abogacía? ¿Quizá potenciar la mediación penal?
Creo que la más significativa va a ser la conclusión de la implantación de Lexnet, que vienen utilizando los procuradores y ahora se va a extender al colectivo de los abogados. Vamos a tratar de potenciar todas las formas de mediación; en especial aquellas cuyos resultados permitan reducir la litigiosidad y los costes para la Administración de Justicia.
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