Pedro Feliu Venturelli, abogado, LL.M., mediador y especialista en derecho marítimo, inmobiliario, mercantil y concursal. Durante 15 años, compaginó su formación académica con la competición profesional del mundo de la vela, participando en regatas de nivel nacional e internacional. Actualmente es socio fundador de Feliu Bellapart Abogados, posiblemente uno de los despachos más carismáticos de las Baleares, resultado de la fusión de dos grandes despachos familiares en 2016. Por un lado, el fundado por D. José Feliu Rosselló en 1929 y, por otro, el fundado por D. Juan Bellapart Saenz de Vizmanos en 1968. Domina distintos idiomas: inglés, alemán, castellano y catalán.
Felliu Bellapart donde realmente pone el foco es en las inversiones extranjeras en Baleares. ¿Cómo se articula un asunto en el despacho cuando llega el cliente y hay que poner en marcha un trabajo interdepartamental de enorme precisión?
Lo primero que llevamos a cabo es concertar una reunión presencial o telemática con el cliente y uno de nuestros especialistas en la materia en cuestión y que domine el idioma nativo del cliente. Tras determinar las necesidades específicas del proyecto, el especialista se mantiene como interlocutor único frene al cliente, coordinando y gestionando internamente el trabajo del resto de implicados.
Felliu Bellapart centra su día a día en el asesoramiento y acompañamiento a clientes extranjeros que tienen Baleares como lugar de segunda residencia, donde realizan algunas inversiones. ¿Cuáles son las principales necesidades de estos clientes?
Principalmente, los clientes precisan de una información clara y honesta, que permita situarles y detectar las diferencias entre las peculiaridades jurídicas y fiscales en España de las de su país de origen. En segundo, poder confiar en un asesor leal y con perspectiva de larga duración.
Usted se dedicó al deporte profesional, en concreto a la vela. Incluso afirma que el Plan B, el despacho, se convirtió en el plan A, que era la navegación. ¿Cómo logró cambiar 200 días al año de oleaje por encierros en el despacho de, al menos, once meses?
La navegación en general y, especialmente la competición, te enseña que nada es eterno y todo puede cambiar en cuestión de segundos, por lo que debes mantenerte alerta a los cambios, anticiparte a ellos y adaptarte de la forma más ágil y rápida posible. La experiencia te enseña que todo tiene su parte positiva, es solo cuestión de saberla valorar como corresponde.
¿Ha sabido amarrar la vocación de la vela mediante el asesoramiento jurídico a barcos de regatas?
Diría más bien que he descubierto una nueva vocación, la asesoría jurídica, que puedo compaginar e incluso reforzar con la otra, la competición a vela, lo que me convierte en un especialista muy poco común. En mi opinión, debes dedicarte a lo que te gusta o no serás bueno en lo que haces. Tengo la gran suerte de poder hacer lo que me llena personal y profesionalmente.
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