WASHINGTON, 15 jul (Reuters) – El reloj corre mientras el presidente Joe Biden da la bienvenida a la canciller alemana Angela Merkel a la Casa Blanca el jueves con la esperanza de reconstruir los lazos mal deshilachados bajo el expresidente Donald Trump.
Estados Unidos y Alemania son aliados clave de la OTAN, pero están en desacuerdo sobre una serie de cuestiones difíciles, incluido el gasoducto Nord Stream 2 que se está construyendo desde Rusia hasta Alemania bajo el Mar Báltico, que Washington teme que aumente la dependencia europea del gas ruso.
También discrepan sobre la conveniencia de asociarse con China en acuerdos comerciales, las continuas restricciones a los viajes a Estados Unidos desde Europa y la oposición de Alemania a las exenciones temporales de patentes destinadas a acelerar la producción de vacunas contra el COVID-19. leer más
Biden, de 78 años, y Merkel, de 66, están de acuerdo en una serie de cuestiones más amplias. Es probable que discutan unir fuerzas para combatir las amenazas a la democracia en todo el mundo, contrarrestar los ciberataques rusos y la agresión territorial en Europa del Este, y el impulso de China para dominar las tecnologías avanzadas, dijeron funcionarios de ambos gobiernos.
También se pondrá fin a la pandemia y se detendrá el cambio climático, dijeron.
Pero los dos líderes no tienen mucho tiempo para trabajar juntos en el fortalecimiento de los lazos entre las economías más grandes y las cuartas más grandes del mundo.
Merkel, canciller desde 2005, planea salir del gobierno de Alemania después de las elecciones nacionales de septiembre, lo que significa que es probable que sea vista como un «pato cojo» en sus últimos meses en el poder.
Las encuestas muestran que sus democristianos están listos para tomar la delantera en la formación de un gobierno después de las elecciones, pero sigue sin estar claro qué partidos se incluirían en una coalición.
El Partido Demócrata de Biden tiene mayorías tenues en el Congreso de Estados Unidos que podrían evaporarse en las elecciones parlamentarias de 2022.
John Emerson, quien se desempeñó como embajador en Alemania bajo el expresidente Barack Obama, dijo que la relación sigue siendo «indispensable» para Washington dado el papel de Alemania como la economía más grande de Europa y un aliado de la OTAN, así como su importancia como constructor de puentes en el trato con Rusia, Oriente Medio y el norte de África.
Alemania alberga unos 36.000 soldados estadounidenses en su territorio.
HACER LAS PACES
La visita de Merkel a la Casa Blanca -la primera de un líder europeo desde que Biden asumió el cargo en enero- muestra que Estados Unidos está tratando de enmendarse con un aliado que a menudo fue atacado durante los años de Trump.
«Invitarla a venir es importante simbólicamente, pero también es una oportunidad para que la relación vuelva a estar en el camino correcto, y eso claramente está sucediendo», dijo Emerson.
La agenda de Merkel el jueves incluye un desayuno con la vicepresidenta Kamala Harris, una reunión cara a cara con Biden y una cena organizada por los Biden en la Casa Blanca. Merkel también hará declaraciones tras recibir un título honorífico de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins.
El coordinador transatlántico de Alemania, Peter Beyer, dijo que los alemanes eran conscientes de que solo había un tiempo limitado disponible para avanzar, dado el riesgo de que Biden pudiera debilitarse después de las elecciones de 2022.
Merkel puede aconsejar a Biden sobre qué esperar en el próximo gobierno alemán, dijo Jackson Janes, investigador principal del German Marshall Fund de Estados Unidos.
«Creo que será un sentido de decir: ‘Gracias por los recuerdos’, y tal vez un poco más sobre lo que (Biden) debería estar pensando mientras lidia con la próxima administración en Berlín», dijo sobre el probable mensaje de Merkel en su viaje.
