
Durante nuestra actividad diaria, los abogados solemos actuar de forma inconsciente en lo que respecta a la atención que requieren las personas con las que interactuamos, es decir, a modo piloto automático o desconectados, lo que nos lleva a una falta de atención por todo los que nos rodea; miramos, pero no vemos; oímos, pero no escuchamos… Y no podemos culparnos por ello, pues la noria de actividades en la que nos montamos a diario nos dificulta sobremanera darnos cuenta y prestar atención a muchos aspectos de nuestro trabajo, relacionados con la persona, que de vivirlos adecuadamente saldríamos más enriquecidos.
Centrado en la importancia de volver a conectar cuando ejercemos nuestra actividad profesional, el post narra una vivencia del autor en la que el elemento humano adquiere una notable importancia y que nos puede ayudar a reflexionar sobre nuestro modo de ser abogados.
Abogado. Experto en habilidades profesionales
@oscarleon_abog
Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla