En virtud de la Ley 15/2007, de 3 de julio, sobre la competencia, las operaciones que den lugar a una concentración que cumplan los siguientes umbrales están sujetas a la obligación de notificación a la Comisión Nacional de Competencia y Mercados (CNMC) de España:
1. Como consecuencia de una operación, las empresas obtengan una cuota de mercado de al menos el 30% en un mercado nacional o en una parte sustancial del mismo en relación con un determinado producto o servicio. El umbral de la cuota de mercado se eleva al 50% si el volumen de negocios total de la empresa en España fue inferior a 10 millones de euros en el ejercicio económico anterior; y
2. El volumen de negocios de las empresas en España en el ejercicio anterior fue de al menos 240 millones de euros, siempre que al menos dos de las empresas afectadas tuvieran un volumen de negocios mínimo de 60 millones de euros en España durante el mismo período.
La Ley de la Competencia incluye también una obligación de suspensión, por la que se exige que la realización de una operación que cumpla cualquiera de los umbrales se suspenda hasta que se conceda la autorización.
En 2018, el número de notificaciones presentadas fue ligeramente inferior (84) al de 2017 (96). La mayoría de las notificaciones presentadas se aprobaron en la primera fase sin compromisos, y solo cuatro de ellas se aprobaron en la primera fase con compromisos. En un caso, la CNMC inició un examen en la segunda fase y finalmente autorizó la transacción con compromisos. Los sectores inmobiliario, de fabricación, industria química e industria energética fueron los principales en cuanto al número de transacciones notificadas a la CNMC en 2018.
En cuanto a la política de aplicación de las normas antimonopolio, en 2018 la CNMC siguió vigilando de cerca el cumplimiento de las decisiones de las empresas a través de una división especializada de la Dirección de la Competencia creada para llevar a cabo esas investigaciones. En el marco de estos procedimientos, se suelen presentar solicitudes de información a terceros que preguntan por el cumplimiento de las condiciones impuestas por las empresas.
En lo que respecta al control de las fusiones, la CNMC ha creado una división para identificar las operaciones que pueden ser objeto de una autorización de control de las fusiones en España, a fin de detectar posibles casos de "gun jumping", que consiste en llevar a cabo una operación de concentración económica que debería tener una autorización previa concedida antes de que la autoridad responsable haya dado su visto bueno a la misma.