MADRID (Reuters) – La Jornada Mundial de la Juventud comienza oficialmente el martes en Madrid aunque el papa Benedicto XVI no llegará a la capital española hasta el jueves para su encuentro con cientos de miles de jóvenes católicos que se prolongará hasta el domingo.
La XXVI Jornada Mundial de la Juventud se inicia con una misa a las ocho de la tarde en la céntrica plaza de Cibeles presidida por el arzobispo de Madrid, monseñor Rouco Varela.
Bajo el lema "Arraigados y edificados en Cristo. Firmes en la fe" más de 450.000 peregrinos, que el fin de semana podrían aumentar hasta el millón de personas, según la policía, disfrutarán durante seis días de más de 300 actividades culturales y religiosas, y de una docena de encuentros con el papa, en su tercera visita a España.
Los miles de peregrinos participantes en la JMJ se instalarán en unos 5.000 espacios entre colegios, parroquias, polideportivos y familias y, según la organización, la cita tendrá un impacto de 100 millones de euros en la capital española.
El pontífice participará en una docena de actos, como una ceremonia de bienvenida en Cibeles, un Vía Crucis en el Paseo de Recoletos y una Vigilia y la Santa Misa en el aeródromo de Cuatro Vientos.
El sábado, está previsto que Benedicto XVI confiese a tres peregrinos en el llamado "Parque del Perdón", en el Parque del Retiro, donde se han levantado 200 confesionarios en los que prestarán un servicio continuado un millar de sacerdotes durante la JMJ.
El pontífice también mantendrá reuniones institucionales con representantes del Gobierno, la Realeza y la oposición, y encuentros con religiosas, profesores y seminaristas.
Unos 10.000 agentes de policía velarán por la seguridad de las jornadas en Madrid, donde se ha activado un 'Plan de Movilidad' que incluye cortes de tráfico en el centro de la capital , como el eje Prado-Recoletos o Gran Vía-Alcalá, así como las vías y calles por donde se realizarán los desplazamientos del papa entre el 18 y 21 de agosto.
El plan también incluye la extensión de horarios y rutas del transporte público para facilitar al máximo el desplazamiento de las cientos de miles de peregrinos y el correcto funcionamiento de la ciudad, en la que se espera además altas temperaturas veraniegas durante toda la semana.
No obstante, la visita del papa también ha levantado críticas y protestas por lo que consideran un fastuoso gasto, principalmente en concepto de seguridad, en tiempos de crisis. El miércoles está programada una manifestación en Madrid de una serie de colectivos de laicos, ateos y cristianos de base contra la JMJ.