TEL AVIV (Reuters) – Un tribunal israelí declaró el jueves al ex presidente Moshe Katsav culpable de violación y otros delitos sexuales, en un fallo de gravedad sin precedentes para un jefe del estado judío.
"El testimonio de Katsav estuvo plagado de mentiras", dijo el comité de tres jueces en su fallo. "Cuando una mujer dice no, quiere decir no".
Katsav, presidente de 2000 a 2007, había negado las acusaciones de violación, abuso sexual o acoso presentadas por tres antiguas asistentes. Ahora puede apelar el veredicto del tribunal de distrito de Tel Aviv y lo que podría ser una larga sentencia de cárcel ante el Tribunal Supremo.
Aunque el escándalo había obligado a la jubilación anticipada y sin honores de Katsav, no tuvo ningún impacto en las funciones del Gobierno, ya que el cargo de la presidencia es en su mayor parte ceremonial.
Sin embargo, las acusaciones contra el líder de origen iraní, cuyo ascenso desde la pobreza sirvió en su día como un brillante ejemplo para los inmigrantes judíos desfavorecidos de Oriente Próximo y el norte de África, provocó una profunda conmoción en Israel, donde se supone que el jefe de Estado es un faro de moralidad y unidad nacional.
De hecho, se había presentado como la víctima de una extorsión y una "caza de brujas" por motivos étnicos motivada, y había prometido limpiar su nombre.
Katsav llegó con su familia a Israel en 1951. A los 24 años se convirtió en el alcalde más joven del país y siguió asumiendo diversos puestos en el gabinete como miembro del partido derechista Likud.
El Parlamento le eligió presidente en 2000 frente a Simon Peres, el influyente ganador del Premio Nobel de la Paz de Israel. Peres sucedió posteriormente a Katsav como presidente.
El procesamiento de Katsav fue aplaudido por grupos de mujeres que habían denunciado durante mucho tiempo que las autoridades israelíes restaban importancia al acoso sexual en los centros de trabajo.
Para proteger la privacidad de las demandantes, gran parte del juicio se ha celebrado a puerta cerrada. Algunos comentaristas prevén que Katsav, si apela, alegará que el proceso del tribunal de distrito de Tel Aviv no ha sido lo suficientemente transparente.
"No es agradable ver a un ex presidente juzgado por delitos graves como este", dijo Moshe Negbi, analista legal para Radio Israel. "Pero por otra parte, creo que todos los ciudadanos deberían estar orgullosos de vivir en un país en el que el ciudadano 'número 1' es sometido a la ley".
La condena por violación acarrea una pena máxima de prisión de 16 años, dijo Negbi a Reuters. Cualquier sentencia por cargos menores se cumpliría previsiblemente al mismo tiempo, declaró.