El ministro de Finanzas de Japón, Yoshihiko Noda, fue votado el martes como el sexto primer ministro de país en cinco años, en medio de dudas sobre si podrá unificar al dividido partido gobernante mientras afronta una serie de problemas económicos y una crisis nuclear.
Noda, un conservador fiscal de 54 años que quiere bajar la enorme deuda pública de Japón, fue elegido para encabezar al gobernante Partido Demócrata de Japón (PDJ) en una reñida votación de segunda vuelta. En la primera ronda, quedó segundo entre cinco candidatos.
Los desafíos que afronta son numerosos: el repunte del yen, forjar una nueva política energética mientras resuelve una crisis en una dañada planta nuclear y reconstruir el noreste de Japón, devastado por el terremoto y tsunami de marzo.
Noda repitió el martes su llamamiento para una "administración fiscal prudente" en su última conferencia de prensa como ministro de Finanzas en el gobierno saliente de su predecesor Naoto Kan, pero reconoció que la economía se enfrenta a riesgos.
"Soy consciente de los problemas del yen sólido y la deflación. Pero al mismo tiempo, necesitamos mantener la disciplina fiscal", dijo Noda, quien posteriormente fue votado como primer ministro por la Cámara Baja del Parlamento, donde el PDJ tiene la mayoría.
También dijo que quería consultar a los partidos de oposición, que controlan la Cámara Alta y pueden bloquear proyectos de ley, sobre una iniciativa para doblar el impuesto sobre las ventas de un cinco por ciento para mitad de la década, y para discutir la financiación para la reconstrucción.
En un aparente gesto hacia los seguidores de Ozawa que quieren que el partido cumpla sus promesas de campaña de poner más dinero en las manos de los consumidores, Noda agregó: "Nuestra motivación (como partido) es que las vidas de las personas vienen primero. Yo también he enfatizado el apoyo para las clases medias".
"No debemos perder de vista (esos principios)", agregó.
