MADRID (Reuters) – El papa Benedicto XVI inició el viernes su segunda visita a España con una recepción en el Palacio de la Zarzuela, donde se reunió con la familia real y posteriormente se desplazó a El Escorial para un encuentro con miles de religiosas a las que alabó por su dedicación a Dios.

El pontífice, de 84 años, llegó el jueves a España para la XXV Jornada Mundial de la Juventud, y a los centenares de miles de peregrinos que han acudido estos días a Madrid les pidió ayer en un encuentro multitudinario en Cibeles que no se dejaran tentar por el hedonismo y vivieran sin miedo volcados en Cristo.
Madrid ha quedado bloqueado ante la visita pastoral, con cortes de tráfico y un despliegue policial de 10.000 agentes, que incluirá más de 300 actividades culturales y religiosas y una docena de encuentros con el Papa para los cientos de miles de peregrinos que se han dado cita en la capital española.
Bajo el lema "Arraigados y edificados en Cristo. Firmes en la fe", la XXVI Jornada Mundial de la Juventud se prolongará hasta el domingo, cuando culminará con una misa en Cuatro Vientos a la que se espera que acudan entre un millón y dos millones de personas.