MADRID (Reuters) – El presidente de Renfe, la red de ferrocarriles españoles que vivió el pasado 24 de julio uno de sus peores accidentes en cuatro décadas con la muerte de 79 personas, dijo el jueves en una comparecencia en el Congreso que los sistemas de seguridad son mejorables.
Julio Gómez-Pomar indicó en la comisión de Fomento del Congreso que su compañía trata de aclarar las causas del trágico accidente ocurrido a escasos kilómetros de Santiago de Compostela cuando un tren Alvia descarriló por exceso de velocidad, al parecer por un error humano.
Previamente, intervino Gonzalo Ferre, presidente de Adif, la empresa pública que administra las infraestructuras ferroviarias, que dijo que ninguna institución alegó contra la construcción del tramo donde el tren descarriló.
En la curva cerrada de Angrois en la que se produjo el descarrilamiento, el trazado pasa de una vía de alta velocidad a una convencional más ancha, y la velocidad ha de reducirse hasta 80 kms por hora.
Muchos miembros de la comisión pidieron responsabilidades políticas y una comisión parlamentaria de investigación independiente ante lo que parecer ser carencias de seguridad de la línea inaugurada en diciembre de 2011 como de alta velocidad.
"Una cosa es el factor desencadenante (..), un factor humano, bien sea la llamada o un despiste (..) pero hay un diseño híbrido que conlleva un factor de riesgo añadido", dijo el diputado Gaspar Llamazares, de Izquierda Unida.
La ministra de Fomento, Ana Pastor, comparecerá el viernes en la misma comisión para explicar las actuaciones y gestiones realizadas por su ministerio a raíz del peor accidente ferroviario en España en 40 años, en el que también resultaron heridas más de un centenar de personas.
El maquinista del tren, que resultó herido leve, está en libertad con cargos por imprudencia tras admitir ante el juez que instruye el caso que se despistó al tomar la curva a 179km/hora.
Sobre Francisco José Garzón pesan 79 cargos de homicidio por imprudencia.