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24/04/2024. 19:43:01

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El renacer populista amenaza el consenso en la eurozona

Reuters

Un renacimiento del apoyo a los partidos populistas, euro-escépticos y contra la inmigración amenaza con quebrar el consenso político a favor de la austeridad y la disciplina fiscal en la zona euro.

Le Pen tras un almuerzo en Nanterre, cerca de París

La perspectiva de ratificar e implementar un tratado impulsado por Alemania para aplicar reglas presupuestarias más estrictas en la Unión Europea parece más incierta ahora que Europa podría estar a punto de perder el liderazgo dominante de "Merkozy" que lo negoció.

La sorprendente primera ronda presidencial francesa, en la que la líder de extrema derecha Marine Le Pen logró casi un 18 por ciento y los rebeldes 'anti-establishment' obtuvieron casi un tercio de los votos, subrayó una tendencia común en toda Europa.

De Amsterdam a Viena y de Helsinki a Atenas, los votantes irritados con el desempleo y la austeridad o el coste de rescatar a los grandes deudores de la zona euro están recurriendo a partidos de protesta, poniendo trabas a las fuerzas políticas más tradicionales.

Y muchos están erigiendo a los inmigrantes -mayoritariamente musulmanes- como chivos expiatorios para sus ansiedades económicas, elevando las tensiones dentro de sociedades envejecidas que dependen del trabajo inmigrante y poniendo en duda el sistema Schengen de libre circulación de personas.

El presidente conservador Nicolas Sarkozy, aliado de la canciller alemana Angela Merkel en la UE, podría convertirse en el undécimo líder de la zona euro en tener que abandonar el poder desde el comienzo de la crisis.

Los sondeos lo sitúan por detrás del socialista François Hollande para la segunda vuelta el 6 de mayo, por lo cual está intentando seducir a los votantes de Le Pen con una dura retórica en el tema Europa y promesas de reducir la inmigración y reforzar la seguridad.

En Holanda, el Gobierno minoritario de centroderecha colapsó el sábado después de que el Partido Libertad de Geert Wilders, contrario a la inmigración y al euro, se negó a apoyar profundos recortes del presupuesto para cumplir con las metas de la UE.

La caída de un gabinete que apoyó firmemente el pacto fiscal europeo y dio consejos a Grecia y a otras economías en problemas sobre cómo ordenar sus finanzas disminuye las posibilidades de que Holanda ratifique el tratado.

"Aunque el hecho de que Holanda no lo ratifique no significaría la desaparición del acuerdo -se necesitan sólo 12 de los 17 miembros de la zona euro para implementarlo-, en el mejor de los casos dañaría significativamente su credibilidad y, en el peor, alentaría a otros miembros a hacer lo mismo", dijo Alastair Newton, jefe de análisis político de Nomura International.

INSIGNIFICANTE SIN FRANCIA

Sin Francia, la segunda economía de Europa, el pacto sería insignificante.

Hollande se comprometió a renegociarlo si es elegido, como condición para su ratificación, con el fin de añadir medidas que estimulen el crecimiento.

El candidato socialista acepta la necesidad de reducir las inflamadas deudas y déficit nacionales y no reabriría el texto, pero cree que los países de la zona euro sólo podrán ordenar sus cuentas públicas si pueden reactivar el crecimiento.

Janis Emmanouilidis, analista del Centro de Políticas Europeo en Bruselas, dijo que el despertar populista en Francia y Holanda dificultará el consenso de los Gobiernos para acordar políticas comunes o futuros rescates.

"Hasta ahora, hemos visto que cada vez que aparece el temor a una crisis existencial en la zona euro, los Parlamentos encuentran una mayoría para tomar decisiones a último momento", explicó, incluso si eso significa la caída de un Gobierno, como ocurrió en Eslovaquia el año pasado.

"La pregunta clave es qué pasaría si no pudiéramos superar un obstáculo en un país llamado Alemania. Si llegamos a ese punto, nos estaríamos dando contra una pared", agregó.

Los analistas de riesgo político en la zona euro ven una amenaza mayor a largo plazo derivada de los votos populistas.

"Con uno de cada cinco votantes expresando su apoyo al Frente Nacional, la primera ronda ha expuesto un riesgo que hemos advertido desde 2011: un menor apoyo a los partidos de la corriente de centro dando una oportunidad para que los partidos marginales aumenten su respaldo, avivando una retórica anti-establishment y anti-Bruselas (…)", dijo Tina Fordham, jefa de análisis político del Citi en Londres.

"Este parece ser el caso en el resultado francés, como fue antes en Holanda y Finlandia", añadió.

Al final, Francia volverá a ser gobernada por un presidente moderado y pro-europeo de izquierda o de derecha, pero su margen para acordar nuevas medidas para la integración europea podría ser menor después de la votación del domingo.

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