MADRID (Reuters) – El rey Felipe VI agradeció el jueves la «generosidad» política para dejar gobernar al Partido Popular esta legislatura, en la que pidió diálogo para superar una crisis de gobernabilidad que ha distanciado a los españoles de sus instituciones.
En la apertura solemne de la XII legislatura tras un año de interinidad por dos elecciones sin mayorías claras, el monarca pidió al Congreso más fragmentado de la democracia reciente que asuma que el pueblo pide a sus representantes que dignifiquen la vida pública.
"Nuestro pluralismo político requiere de un diálogo permanente y de un debate siempre constructivo; reclama que la generosidad, la responsabilidad, el respeto y el entendimiento sean valores permanentes", dijo Felipe VI, en el primer discurso de inicio de legislatura de su reinado.
El monarca agradeció esa misma generosidad para permitir el mes pasado la investidura del conservador Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, posible gracias al apoyo de Ciudadanos y Coalición Canaria y la histórica abstención del Partido Socialista Obrero Español.
La asunción de Rajoy como presidente tras dos elecciones generales puso fin a diez meses de constantes e infructuosas negociaciones que, según Felipe VI, han desencantado y distanciado a los ciudadanos de su clase política.
Además del nuevo panorama político con cuatro grandes partidos en la cámara baja, su discurso tocó temas como la diversidad de España, la corrupción o la necesidad de reforzar el sistema del bienestar en un momento en el que el país arroja datos positivos en el terreno económico.
La intervención del monarca, acompañado en la tribuna por la reina Letizia y sus hijas Leonor y Sofía, fue aplaudida en pie, salvo por los diputados de Partido Nacionalista Vasco y Unidos Podemos, permaneciendo estos últimos sentados en silencio ante una ceremonia que consideran propia de la "vieja política".
Del hemiciclo – en una de cuyas últimas filas se exhibió una bandera republicana durante el discurso – se ausentaron los representantes de los independentistas Esquerra Republicana y Bildu.
Otra anécdota de la jornada la protagonizó el diputado de Unidos Podemos Diego Cañamero, que exhibió una camiseta en la que se leía "yo no voté a ningún rey", en referencia al carácter hereditario de la Corona en España.