ABIYÁN (Reuters) – Fuerzas leales a Alassane Ouattara, que reclama la presidencia de Costa de Marfil, irrumpieron el miércoles en el búnker desde el que Laurent Gbagbo está desafiando los intentos por obligarle a ceder el poder, dijo una portavoz de las fuerzas de Ouattara a Reuters.
"Están en proceso de entrar en la residencia para capturar a Gbagbo", dijo Affousy Bamba a Reuters. "No le tienen aún, pero están en ello. Están en el edificio".
Francia, la antigua potencia colonial, dijo que se estaban registrando enfrentamientos alrededor de la residencia de Gbagbo en Abiyán, pero que las tropas francesas en la ciudad no se habían involucrado en ellas. Una fuente del Gobierno francés dijo que los enfrentamientos comenzaron después de que Gbagbo se mostrara reacio a negociar con los mediadores que estaban intentando convencerle de que se fuera.
"No es sincero en su voluntad de negociar su salida", dijo la fuente, agregando que las fuerzas francesas no estaban participando en los choques sobre el terreno alrededor de la residencia presidencial.
Las negociaciones para convencer a Gbagbo de que se fuera se estancaron el miércoles al resistir a la presión de Naciones Unidas y Francia para que firmara un documento en el que renunciaba a su atribución del poder.
Un desafiante Gbagbo había negado anteriormente que estuviera dispuesto a rendirse a pesar del feroz asalto de las fuerzas leales a Ouattara, cuya victoria en las elecciones presidenciales de noviembre fue certificada por la ONU pero fue rechazada por Gbagbo.
Gbagbo negó a la radio francesa RFI el miércoles que estuviera negociando su salida.
"No estamos en una etapa de negociación. ¿Y mi salida desde dónde?, ¿para ir dónde?".
"NO ESTOY BUSCANDO LA MUERTE"
Gbagbo había declarado al canal francés LCI que su ejército sólo había pedido un alto el fuego después de que su arsenal fuera destruido por los ataques aéreos del lunes de Francia y la ONU. Había sugerido conversaciones directas con Ouattara, una oferta que no fue aceptada.
"No soy un kamikaze. Amo la vida. Mi voz no es la voz de un mártir, no, no, no. No estoy buscando la muerte. No es mi intención morir", dijo por teléfono Gbagbo, que según fuentes diplomáticas está atrincherado bajo el palacio presidencial.
"Para que vuelva la paz a Costa de Marfil, yo y Ouattara, los dos tenemos que hablar", agregó.
El ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, dijo sin embargo el miércoles que lo único que faltaba por negociar con Gbagbo era su salida, mientras que el jefe de las fuerzas armadas francesas dijo que Gbagbo podría rendirse en horas después de que las negociaciones se alargaran durante toda la noche.
"Continuaron (negociando) toda la noche, pero desafortunadamente no veo avances por ahora", dijo el jefe de las fuerzas armadas, Edouard Guillaud, a la radio Europe 1. "A pesar de eso, creo que es cuestión de horas, posiblemente durante el día".
La intervención de Francia en su ex colonia ha indignado a Gbagbo, que culpa a París de apoyar al norte del país en la guerra civil de 2002-03, y llega en un momento tenso para la diplomacia francesa después de que el presidente Nicolas Sarkozy encabezara la respuesta militar occidental a la crisis de Libia.
Las elecciones del año pasado en el primer productor mundial de cacao, que habían sido aplazadas durante mucho tiempo, pretendían dejar atrás la guerra civil, pero la negativa de Gbagbo a ceder el poder ha inmerso al país en una violencia que ha matado a más de 1.500 personas.
El fiscal del Tribunal Penal Internacional dijo el martes que estaba en conversaciones con países del oeste de África para que le informen de supuestas atrocidades en Costa de Marfil tras una supuesta masacre en el oeste del país.