FRÁNCFORT (Reuters) – La atención completa estará en lo que el Banco Central Europeo está dispuesto a hacer para ayudar a Grecia cuando mantenga el jueves su reunión mensual de política, en la que el mercado espera que los tipos de interés se mantengan estables antes de una gran operación de financiación más adelante este mes.
El presidente del BCE, Mario Draghi, podría guardar silencio al respecto, sin embargo, debido a que la situación de Grecia aún no se resuelve.
Los mercados también buscarán señales sobre si el BCE está preparado para recortar los tipos desde el 1,0 por ciento a un nuevo récord mínimo en los próximos meses, o si las recientes noticias económicas positivas han sido suficientes para poner al banco en modo de espera.
Si bien debe realizar una segunda operación de liquidez de gran magnitud más adelante este mes, después de la exitosa oferta de 489.000 millones de euros que hizo en diciembre, el banco evitaría anunciar nuevas medidas.
Francesco Papadia, un alto cargo del BCE, sugirió el miércoles que el banco central podría esperar, diciendo que las preocupaciones del banco sobre la liquidez casi habían desaparecido gracias a los préstamos a tres años que el banco hizo en diciembre, agregando que él estaba tentado de declarar "misión cumplida".
Los analistas también dijeron que el banco central podría relajarse un poco.
"Hay muy pocos incentivos para que el BCE haga algo o diga algo. Quiere ver cómo se desarrollan las cosas", dijo James Nixon, economista de Societe Generale.
"El BCE ya ha hecho mucho, y ellos tienen la próxima LRTO (Operación de refinanciación a largo plazo, por sus siglas en inglés) de tres años a finales de este mes", declaró Nixon.
Con una liquidez ilimitada, el BCE ha hecho caer los tipos del mercado overnight muy por debajo de su principal tasa de refinanciación y su tasa de depósitos, actualmente en 0,25 por ciento, actúa como piso para el mercado de dinero.
Pero con la amenaza de la insolvencia de Grecia lanzando una gran sombra sobre la zona euro, Draghi no irá tan lejos como algunos economistas ni declarará la crisis terminada, aún si lo peor ya ha quedado atrás.
Los riesgos no han desaparecido y por lo tanto se espera que el BCE revele poco sobre sus planes respecto a Grecia y los 50.000 millones de euros que posee en bonos del Gobierno heleno.
Fuentes han dicho a Reuters que el BCE está dividido sobre si debería dejar de lado sus ganancias en los papeles cuando los inversores privados son presionados para que acepten una rebaja de cerca de un 70 por ciento de su valor.
Draghi será interrogado al respecto, pero es poco probable que revele algo más que lo que dijo el mes pasado, cuando evadió reiteradamente la pregunta.
Incluso si los banqueros centrales aceptan un curso de acción, ellos querrán esperar hasta que esté firmado y sellado antes de revelar su parte.
Mientras, el BCE podría elegir dar a los mercados algunos detalles sobre el impacto de los cambios a los colaterales que acepta a cambio de acceso a sus fondos.
Draghi también afrontará preguntas sobre el programa de compra de bonos, pero los economistas esperan que entregue pocos detalles, incluso cuando el BCE ha reducido el tamaño del controvertido programa.
"El tema del programa de compra de bonos del BCE está cerrado", dijo Anders Matzen, analista de Nordea. "El tema de la declarada compra de bonos debería estar en un segundo plano", agregó.