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27/07/2024. 07:33:59

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La guerrilla de las FARC anuncia un cese el fuego unilateral

Reuters

La guerrilla colombiana de las FARC anunció el lunes su primer alto el fuego en 10 años, en una decisión con la que aseguran pretenden facilitar las negociaciones de paz con el Gobierno iniciadas en Cuba.

El jefe negociador de las FARC, Iván Márquez, en Hurdal, cerca de Oslo, el 18 de octubre de 2012

El Gobierno colombiano, sin embargo, mantiene su posición de continuar las operaciones militares contra los rebeldes hasta que se firme un acuerdo final e incluso se ha comprometido a intensificar la ofensiva.

El alto el fuego de dos meses fue anunciado por el jefe negociador de las FARC Iván Márquez y contempla la paralización de la ofensiva militar y los actos de sabotaje contra la infraestructura pública y privada desde la medianoche del lunes hasta el 20 de enero de 2013.

"Esta decisión política de las FARC-EP es una contribución decidida a fortalecer el clima de entendimiento necesario para que las partes que inician el diálogo alcancen el propósito deseado de todos los colombianos", dice el comunicado leído por Márquez a periodistas en La Habana.

Miles de personas han muerto en el conflicto, que también ha provocado el desplazamiento de millones de personas a lo largo de casi cinco décadas, por lo que lograr la paz podría dar un impulso adicional al país, una de las principales economías de América Latina.

"Este es un proceso que tiene que ser serio, digno para las partes, pero eficaz, realista. Es fundamental la discreción", dijo el jefe del equipo negociador del Gobierno, el ex vicepresidente Humberto de la Calle, antes del anuncio de las FARC de cese al fuego.

REACCIONES POSITIVAS

El inesperado anuncio del alto el fuego unilateral antes del inicio del diálogo de paz generó de inmediato las primeras reacciones en Bogotá.

"Con la claridad de que si se trata como se ha anunciado de un cese unilateral de hostilidades (…), lo recibo como un hecho de paz, como una señal positiva en el propósito de ponerle fin a este conflicto absurdo", dijo el senador oficialista Roy Barrera, presidente del Congreso.

José Félix Lafaurie, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos, sostuvo que "hay que tomarlo con mucha precaución, no vaya a ser que esta sea una señal de las FARC para mostrar buena voluntad y luego pegar zarpazo en temas que son sustantivos".

Lafaurie pidió al Ejército que mantenga sus operativas ofensivas contra la insurgencia.

El anuncio del cese al fuego de la guerrilla fue recibido con beneplácito por los habitantes de zonas afectadas a diario por la intensidad de la confrontación.

"Celebramos que las FARC haya dado esta tregua de dos meses. Ojalá éste no sea por sólo dos meses, ojalá sea algo definitivo", dijo a la televisión colombiana Orlando Ramos, residente del municipio de Miranda, en el departamento del Cauca, una zona montañosa del suroeste del país donde suelen producirse ataques y hostigamientos de la guerrilla.

Los negociadores del Gobierno y las FARC se reúnen en el principal centro de convenciones de la Habana, en un barrio occidental de la capital cubana rodeado de casas que pertenecieron a los miembros de la elite del país y ahora ocupan los diplomáticos extranjeros en la isla.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quiere un acuerdo de paz dentro de nueve meses y rechazó hace unas semanas la posibilidad de que las Fuerzas Armadas suspendan sus operaciones contra la guerrilla.

Ambas partes tienen una serie de temas complejos por delante, que incluyen el desarrollo agrario integral, las garantías para el ejercicio de la política, el fin del conflicto, la lucha contra el narcotráfico y la compensación a las victimas.

DIÁLOGO DIEZ AÑOS DESPUÉS

El conflicto, que tuvo que ser aplazado cuatro días por razones "técnicas", según las partes, se remonta a 1964, cuando las FARC pasaron de ser un pequeño grupo armado de campesinos con ideología comunista que buscaba una mejor vida para los pobres, convirtiéndose en un ejército irregular acusado de tener vínculos con el narcotráfico.

El grupo ha sido debilitado por una ofensiva militar apoyada por Estados Unidos que comenzó en 2002, cuando fracasó el último proceso de paz, pero aún tiene fuerza para lanzar ataques en sectores de la minería y el petróleo del país sudamericano.

Estados Unidos y la Unión Europea consideran a las FARC como una organización terrorista, sosteniendo que mantiene vínculos con el narcotráfico, los secuestros y la extorsión.

Pero sus líderes niegan la participación de las FARC en el narcotráfico y a principios de este año anunciaron el abandono del secuestro como medio de financiación.

Márquez, miembro del secretariado de las FARC, encabeza la delegación de unas 30 personas en las negociaciones, que se iniciaron el mes pasado en Noruega.

Este ultimo país es garante de las negociaciones junto a Cuba, mientras que Venezuela y Chile jugarán el papel de países acompañantes.

Las autoridades colombianas quieren que las conversaciones se mantengan en el más estricto secreto posible, probablemente la razón por la que escogieron como sede a Cuba, donde las coberturas están controladas en una sede no revelada.

La Habana fue escenario en el pasado de varios intentos de diálogos de paz entre Bogotá y las guerrillas izquierdistas de Colombia, entre ellas el Ejercito de Liberación Nacional (ELN).

La última negociación de paz con las FARC tuvo lugar entre 1999 y 2002, en el Gobierno del ex presidente conservador Andrés Pastrana y fracasó debido a que la guerrilla intensificó sus ataques y secuestros.

/Por Nelson Acosta y Jeff Franks/

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