Un día después de la segunda huelga general celebrada en España contra el Gobierno de Mariano Rajoy, la prensa española destacaba el jueves un seguimiento limitado que tuvo su mayor peso en las manifestaciones multitudinarias, mientras que los diarios más conservadores llegaron a calificarla como «fracaso».
Millones de ciudadanos secundaron el miércoles el segundo paro general en ocho meses contra las duras políticas de austeridad en un país inmerso en lo más profundo de la crisis de la eurozona.
Mientras que los sindicatos calificaron el seguimiento de "masivo", situándolo en un 77 por ciento de los trabajadores en activo, el Gobierno minimizó su incidencia y reiteró que continuará con sus reformas en un país que alcanza ya los 5,8 millones de parados.
"Cientos de miles de personas exigen en la calle a Rajoy que rectifique", titulaba el diario El País en su portada, bajo una imagen panorámica que mostraba la manifestación que colapsó el centro de la capital española.
Ya en el interior, el diario aseguraba que la huelga "mostró un gran poderío en las manifestaciones y un seguimiento laboral notable, aunque no masivo".
Ya por la tarde, centenares de miles de personas se congregaron en el centro de Madrid y de Barcelona en marchas multitudinarias bajo el lema "Nos dejan sin futuro".
"Mientras que miles de piquetes (…) agitaban con sus gritos las zonas comerciales y los polígonos industriales de toda España, los diputados del PP bendecían con su mayoría absoluta en el Congreso el ajuste presupuestario más duro de la historia", sostenía El País en su crónica, en referencia al debate de los Presupuestos para 2013 que se celebró el miércoles.
Por su parte, el diario El Mundo abría su portada con el titular "De fracaso en fracaso", y aseguraba que la huelga, que por primera vez se celebró conjuntamente con Portugal, se saldó con un seguimiento menor que la del pasado 29 de marzo.
"No es exagerado concluir que los sindicatos han ido de un fracaso muy notable a otro mayor, que supera todo lo visto hasta la fecha", sostenía el diario en su editorial.
La industria fue el principal sector económico afectado por la movilización. La paralización de las plantas automovilísticas fue reconocida incluso por el Gobierno, aunque hubo un seguimiento mucho menor en el comercio minorista. La novena huelga general de la democracia obligó también a cancelar unos 400 vuelos y a que el transporte y otros servicios públicos funcionaran bajo mínimos obligatorios.
El diario conservador ABC abría su portada con el titular "España prefiere trabajar", bajo una foto que mostraba a un piquete hablando con una vendedora que trabajaba en un puesto de pescado. Ya en sus páginas interiores titula "Fracasa la huelga contra España".
"No eran ni el momento ni el motivo. Así lo vieron ayer los españoles. Pese a los ímprobos esfuerzos sindicales, el 14-N concluyó como un nuevo fracaso de las centrales mayoritarias, CCOO y UGT".
El consumo energético, que suele considerarse un barómetro de la incidencia en el día a día del país, fue un 12,7 por ciento inferior al de una jornada normal.
LA MANIFESTACIÓN "SALVA" LA HUELGA
El diario catalán La Vanguardia titulaba "Huelga limitada" en su primera página, sobre la imagen de una manifestación que abarrotaba el Paseo de Gràcia de Barcelona. En su interior, señalaba que la huelga se vio marcada por la elevada afluencia a las protestas, y que el éxito de la manifestación había "salvado" la huelga en Madrid.
"Miles de personas que no se habían atrevido a participar en la huelga por el coste económico que supone y por el miedo a perder su empleo, salieron a la calle a protestar contra la política de austeridad y recortes del Gobierno", dijo La Vanguardia en su crónica.
Por otra parte, el diario económico Expansión calificó la huelga
como "Rotundo fracaso", asegurando que no había conseguido parar la
pequeña y mediana empresa, el comercio, hospitales ni administraciones
públicas, aunque destacó la incidencia en las grandes empresas
industriales y la preferencia de los ciudadanos a la hora de participar en grandes manifestaciones.
Mientras, el periódico La Razón iba más lejos y titulaba "Fracasados" sobre una foto en blanco y negro
que mostraba a los líderes sindicales en la cabecera de la
manifestación en Madrid portando la pancarta de la que sólo podía leerse
el fragmento "Sin futuro", destacado en rojo.
"El clima de normalidad en el país sólo fue roto puntualmente por la actuación de los piquetes coercitivos, que no informativos y por las algaradas callejeras protagonizadas por grupos de los denominados 'indignados' y otros elementos antisistema", dijo el diario conservador en su editorial.
Aunque durante la jornada no hubo incidentes de importancia, la jornada acabó con violentos altercados en Barcelona y en las inmediaciones del Congreso de los Diputados en la capital, donde hubo varios heridos y 21 detenidos en choques de manifestantes con policías.
Durante toda el día de la huelga, la policía arrestó a más de 150 personas en toda España.
Pese a los emplazamientos sindicales al Gobierno para que cambie sus políticas, la situación de una España al borde del rescate hace altamente improbable un cambio sustancial en las estrategias de recorte del gasto público, en los que una vez fueran "intocables" servicios básicos de sanidad y educación, con una alta sensibilidad social.
(Información de Raquel Castillo; Editado por Inmaculada Sanz)
