MADRID (Reuters) – El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó el jueves que la Constitución sigue plenamente vigente en su 34 aniversario, que coincide con un aumento de la tensión separatista en Cataluña y con los llamamientos a la reforma del texto, en medio de una fuerte recesión económica.

Los parlamentarios de Convergencia i Unió, Partido Nacionalista Vasco, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Bloque Nacionalista Galego (BNG) y Amaiur, estuvieron ausentes del acto celebrado por primera vez en la sede del Senado, ante las obras de reforma en el Congreso de los Diputados.
Tampoco acudieron los presidentes electos de Cataluña y País Vasco, entre otros presidentes autonómicos.
"La constitución está plenamente vigente, fija unas reglas de juego claras (…) y es un marco que debemos conservar para los próximos años", afirmó en una breve declaración ante la prensa el presidente Rajoy en el acto celebrado en el Senado.
España está inmersa en su segunda recesión económica en tres años, de la que el Gobierno espera salir en 2013, y uno de cada cuatro trabajadores está en el paro, mientras el Gobierno del Partido Popular emprende impopulares medidas de austeridad para cumplir el objetivo de déficit pactado con la UE.
La Constitución, aprobada en un referéndum en 1978 -tres años después de la muerte del dictador Francisco Franco- tras un pacto entre todas las fuerzas políticas, ha sido modificada en dos ocasiones -ambas por la vía rápida, para adaptarla a normas europeas-, pero en la actualidad ha crecido el descontento con una Carta Magna que el Partido Socialista ha pedido que se adapte "a los tiempos".
"No tenemos por tanto nada que celebrar con una Constitución hecha para la usura y los banqueros", dijo el representante de Izquierda Unida, Cayo Lara.
"Se ha roto el pacto constitucional de 1978 porque se están violando los derechos (…) de los ciudadanos", agregó.
En una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicada el miércoles, un 51,3 por ciento de los españoles dijo estar poco o nada satisfecho con la Constitución y un 44,6 dijo que se respeta poco o nada, a pesar de que un 64,5 de ellos admite que la conoce muy poco o casi nada.
Rajoy, por su parte, defendió que la Constitución ha permitido una "etapa de bienestar y progreso (en la que) España ha avanzado muchísimo".
"Demostró que situaciones difíciles muy complejas se pueden superar trabajando con empeño, determinación y coraje. Hoy vivimos una situación de crisis económica muy difícil (…) pero igual que pasamos aquel momento, estoy convencido de que también vamos a superar este".
Además, el presidente del Gobierno reiteró que en 2014 la economía volverá a crecer y a crear empleo.
CAMBIO DEL MODELO DE ESTADO
Rajoy también destacó el cambio de modelo de Estado que ha tenido lugar en estas tres décadas, puesto que la administración central ha pasado de realizar el 80 por ciento del gasto público español al 20 por ciento – descontando las pensiones y la Seguridad Social -, según los datos que dio el presidente.
"Las administraciones autonómicas gastan entre el 37-38 por ciento del gasto público español", señaló.
El déficit de las comunidades autónomas ha sido uno de los factores que ha pesado en la presión de Europa y los mercados para que España pida un rescate al que, de momento, el presidente se ha resistido.
En Cataluña, una de las regiones más ricas pero también más endeudadas, se ha visto un aumento del sentimiento independentista en los últimos meses.
El presidente catalán, Artur Mas, ha prometido que en la legislatura que va a comenzar celebrará una consulta en la que se preguntará a los ciudadanos si quieren tener estructuras de Estado.
Por su parte, el Partido Nacionalista Vasco ha recuperado el Gobierno del País Vasco, aunque ha indicado que gobernará en minoría, evitando una coalición estable con los independentistas de Bildu.
Varios centenares de personas se congregaron el jueves en el centro de Madrid en un acto en defensa de la unidad de España con la presencia de varios políticos del PP, Unión Progreso y Democracia y antiguos dirigentes socialistas. Al mismo tiempo, Barcelona se celebró otra manifestación con el lema "España somos todos" en la que algunas pancartas pedían la dimisión del presidente catalán.