MADRID (Reuters) – El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, quiso minimizar el jueves el efecto económico de la crisis griega y revisó de nuevo al alza las proyecciones de crecimiento del país al tiempo que adelantó una bajada de impuestos.

Rajoy, que juega en la recuperación
económica su mayor baza electoral, reiteró que no adelantará las
elecciones previstas para noviembre y dijo que ultima los presupuestos
del Estado para 2016.
Hace apenas tres meses el Gobierno proyectó una
aceleración del PIB nacional del 2,9 por ciento este año y el siguiente,
pero la buena marcha de la recaudación fiscal y el consumo y el apoyo
de factores como el bajo precio del petróleo, la política expansiva del BCE o la evolución del euro han permitido elevar la proyección al 3,3 por ciento este año y 3 por ciento en 2016.
Fuentes próximas al Gobierno explicaron que el
Ejecutivo, cuyo equipo económico ha tenido una intensa actividad en los
últimos días, habría incluso rebajado sus estimaciones por prudencia
como consecuencia de la crisis de Grecia que ha encarecido los costes de
financiación del Tesoro.
"Si tomamos los dos primeros trimestres, la economía está creciendo a tasas anualizadas de casi el cuatro por ciento. Si no tuviéramos en cuenta la situación en Grecia, la revisión podría haber sido de más de seis décimas", dijo la fuente. "Se ha optado por una cifra más prudente".
En todo caso, Rajoy minimizó el impacto de la crisis griega y dijo que sus efectos son ahora mucho menores por la corrección de los principales desequilibrios de la economía nacional.
"Pase lo que pase en Grecia, el euro seguirá adelante y España como parte importante del mismo", dijo.
MENOS IMPUESTOS ANTES DE IR A LAS URNAS
Rajoy también aprovechó su comparecencia para anunciar que el Ejecutivo ha adelantado seis meses la rebaja del impuesto
sobre la renta prevista para el uno de enero aprovechando la contención
del déficit y la buena marcha de la recaudación que también podrían
permitir alguna otra alegría presupuestaria.
De momento, en las nóminas de julio, Hacienda, que este año pudo bajar los tributos, reducirá por segunda vez en la legislatura el impuesto de los trabajadores en una medida que, según Rajoy, devolverá a los contribuyentes unos 1.500 millones de euros este año.
También anunció la extensión a todos los autónomos un tipo de retención del 15 por ciento, que hasta ahora se aplicaba solo a aquellos con rendimientos inferiores a 15.000 euros.
La subida de impuestos que Rajoy aplicó en contra de su programa en el primer año de su legislatura en lo peor de la crisis, está detrás, según el propio partido en el Gobierno, de buena parte de la pérdida de votos en las recientes elecciones locales y autonómicas.
Al margen de Grecia y mientras trata de recuperar popularidad y potencial de voto, Rajoy está acumulando ases macroeconómicos en su baraja, desde mejoras en el empleo al ansiado equilibrio fiscal en un momento de sostenido crecimiento del consumo.
Con el turismo camino de un nuevo récord o cifras históricas en las ventas de automóviles, según datos avanzados el martes, los ingresos
fiscales crecieron hasta mayo un siete por ciento mientras las
administraciones públicas siguieron reduciendo su déficit (un 16 por
ciento en Estado hasta mayo).
En este contexto, además de la rebaja fiscal, Hacienda se plantea algunas medidas que permitan "devolver el esfuerzo a los españoles", en particular poder devolver a los funcionarios parte del poder adquisitivo perdido en los años de crisis.
Además de devolver el 75 por ciento de la paga extra que el colectivo perdió en 2012 y evaluar una posible devolución de días libres, fuentes próximas a Hacienda explican que, si las cuentas cuadran, incluso se podría plantear la posibilidad de aplicar alguna subida a los empleados públicos, que tienen congelado su salario desde hace cinco años.