LONDRES (Reuters) – Reino Unido retrasará el reemplazo de su sistema de disuasión nuclear basado en el submarino Trident, como parte de los recortes del presupuesto de defensa destinados a reducir un déficit récord, dijo el martes el primer ministro, David Cameron.
Cameron reveló al Parlamento la primera revisión de las fuerzas armadas británicas desde 1998, una serie de cambios que según el Gobierno prepararán al Ejército para el futuro, pero que los críticos dicen que privilegiarán el ahorro por encima de una buena estrategia de seguridad.
"Este no es simplemente un ejercicio de reducción de costes para controlar el mayor déficit presupuestario de la posguerra. Es un modo de tomar las decisiones correctas para proteger nuestra seguridad nacional en los años venideros", dijo el primer ministro al comienzo de su intervención.
En la revisión están en juego órdenes multimillonarias de equipamiento, al igual que la posición de Reino Unido como una potencia militar significativa en Europa y un aliado competente de Estados Unidos.
Cameron dijo que el presupuesto de defensa, que se sitúa en 37.000 millones de libras este año, caería un 8 por ciento en términos reales en los próximos cuatro años.
La mayoría de los departamentos gubernamentales británicos sufrirán recortes importantes, con un 25 por ciento de media durante cuatro años, en una revisión de gastos cuyos detalles serán anunciados el miércoles.
Cameron dijo que Reino Unido mantendrá su poder independiente de disuasión nuclear, pero modificará el cronograma y los detalles de su renovación.
"Como resultado de los cambios en el programa, la decisión de comenzar a construir nuevos submarinos no debe tomarse sino hasta alrededor de 2016", señaló.
"Ahorraremos unos 1.200 millones de libras y diferiremos otros 2.000 millones de libras del gasto de los próximos 10 años", agregó.
La decisión relega un tema que resulta sensible. Los demócratas liberales, socios menores de los conservadores de Cameron en la coalición gobernante, probablemente verán con buenos ojos el retraso del sistema Trident porque se oponen a la medida.
Menzies Campbell, ex líder del pequeño partido, dijo que la postergación demostró que "las posturas demócratas liberales habían prevalecido". El partido quiere revisar alternativas menos costosas.
Cameron dijo que si bien el Gobierno seguirá adelante con una orden de 5.000 millones de libras para dos nuevos portaaviones, uno de ellos se retrasará.
El portaaviones existente, Ark Royal, y los aviones Harrier que ahora están operativos serán eliminados. Eso significa que Reino Unido no tendrá aviones de combate basados en portaaviones durante casi una década.