MÚNICH (Reuters) – Las grandes potencias acordaron el viernes un cese de las hostilidades en Siria que comenzaría en una semana y proporcionar acceso rápido a la ayuda humanitaria a las ciudades sirias sitiadas, pero no lograron asegurar un alto el fuego completo o un fin a los bombardeos de Rusia.
Tras una reunión maratoniana en Múnich orientada a resucitar las negociaciones de paz que colapsaron la semana pasada, las potencias, entre las que se incluyeron Estados Unidos, Rusia y más de una decena de otras naciones, reafirmaron su compromiso con una transición política cuando mejoren las condiciones sobre el terreno.
En una conferencia de prensa, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, reconoció que la reunión de Múnich había producido compromisos sólo en el papel.
"Lo que necesitamos ver en los próximos días son acciones sobre el terreno, en el campo", dijo, y agregó que "sin una transición política, no es posible lograr la paz".
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, dijo en la conferencia de prensa que Moscú no detendrá los ataques aéreos en Siria, e indicó que el cese de las hostilidades no se aplica a los grupos Estado Islámico y Al Nusrah, afiliado a al Qaeda. Milicianos de Estado Islámico controlan grandes zonas de Siria e Irak.
"Nuestras fuerzas de espacio aéreo seguirán trabajando en contra de estas organizaciones", declaró Lavrov.
Estados Unidos y sus aliados europeos dicen que pocos ataques rusos han tenido como blanco a esos grupos, y que la gran mayoría han sido en contra de los grupos de oposición apoyados por Occidente que buscan derrocar al Gobierno del presidente Bashar al-Assad.
Lavrov dijo que las negociaciones de paz deben reanudarse en Ginebra tan pronto como sea posible y que todos los grupos de oposición sirios deben participar. Añadió que detener las hostilidades será una tarea difícil.
Pero el secretario de Relaciones Exteriores de Reino Unido, Philip Hammond, dijo que el fin de los enfrentamientos sólo será posible si Rusia detiene sus ataques aéreos. Diplomáticos advirtieron que Moscú hasta ahora no ha mostrado ningún interés en que Assad sea reemplazado y está presionando por una victoria militar.
