LegalToday ha querido tomar el pulso de la actualidad a José Antonio Fernández de Alarcón, socio fundador de Bufete Monlex. Este abogado, tal y como comenta en esta breve entrevista, está satisfecho con la capacidad de reacción frente al estado de alarma y el consecuente teletrabajo.
¿Estabais preparados para afrontar una situación tan disruptiva como esta?
No teníamos prevista una causa tan límite, si bien nos hemos sorprendido gratamente, afrontando con rapidez y flexibilidad los cambios necesarios para seguir la actividad en pleno rendimiento. Tener un buen equipo que sigue tus directrices en momentos tan límites y es capaz, en un brevísimo tiempo, de cambiar las formas de trabajo, de minutar o hacer presupuestos de encargo, y por supuesto, de prestar con solvencia profesional el servicio adecuado a los tiempos es la clave de la supervivencia… hoy y en el futuro.
¿Cambiará la forma en cómo se prestan los servicios legales?
Cambiaría la forma de ver las opciones de servicios: telemáticamente, video consultas, rapidez y flexibilidad con los clientes, el trabajo y la facturación. No obstante distinguiría dos tipos de servicios legal o firmas: las grandes, que tendrán que aplicar esos métodos y hacerlas productivas a precios más competitivos (precios que según la reputación de esa firma no tendrían que entrar en bucle descendente), y las firmas más pequeñas de boutiques legales especializadas, que serán aún más importantes en el futuro por su conocimiento intenso y específico de un sector empresarial y por su flexibilidad de honorarios y equipos.
¿Cuál es el mayor reto que ha derivado y derivará el teletrabajo?
El control semanal de los avances de los asuntos. Si aprendemos a interiorizar el teletrabajo este “prius” puede funcionar perfectamente. Establecer además unos Rangos de horarios flexibles para cada persona o departamento puede ser también útil para aumentar la productividad: por ejemplo XX empiezan a las 8’00, y van de 8’00 a 14’00, YY empiezan a las 10’00 y van hasta las 16’00, etc… En todo caso debería ser voluntario y aceptar un riguroso sistema de checking y resultados.
¿Qué aprendizajes os habéis llevado de esta situación?
Que los despachos boutique especializados en el sector industrial o de servicios, y con diversas especialidades y disciplinas, si saben ser flexibles con las circunstancias y actúan rápido, y por descontado, con solvencia profesional y cercanía al cliente, pueden servir de gran apoyo asistencial a las empresas y tienen futuro sea cuales sean las circunstancias.
