BARCELONA (Reuters) – Cientos de miles de personas llenarán el viernes las calles de Barcelona para pedir la ruptura de Cataluña con España, dos semanas antes de unas elecciones regionales consideradas como un momento decisivo para el movimiento independentista.
Cerca de 500.000 personas se han registrado para formar un "mosaico humano" blanco simbolizando una página en blanco y el nuevo país que esperan construir tras las elecciones del 27 de septiembre, presentadas por el Gobierno regional como un plebiscito por la secesión.
El viernes se celebra el día nacional de Cataluña, la Diada, que coincidió con el comienzo de la campaña electoral para esta región que supone casi una quinta parte del PIB y de la población española.
Un sondeo oficial del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) presentado el jueves sugirió que la lucha por la independencia catalana va a ser intensa. Los partidos independentistas se encaminaban a conseguir una de las mayorías más ajustadas en el parlamento regional.
"La Diada Nacional de Cataluña de este año es especial por el inicio, en poco tiempo, de la campaña que lleva a la celebración de las elecciones del próximo 27 de septiembre", dijo el presidente de la Generalitat, Artur Mas, en un discurso televisado el jueves.
"En sus manos, en vuestras manos, hay la fuerza y la herramienta que marcará el futuro político de esta nación: el voto", agregó.
Si los partidos separatistas ganan al menos 68 escaños en el parlamento catalán de 135 diputados trazarían una "hoja de ruta" que dé lugar a una Cataluña independiente dentro de 18 meses.
Sin embargo, no conseguir la mayoría de votos y escaños supondría un serio revés para el movimiento independentista, que ha perdido fuelle desde la celebración de un referéndum simbólico el año pasado.
El sondeo del CIS mostró que los partidos separatistas, representados por la plataforma Juntos pel Sí y la más radical CUP, conseguirían sumando sus resultados el 44 por ciento de los votos – entre 68 y 69 escaños -, la mayoría más ajustada posible.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se opone frontalmente tanto a los intentos de convertir las elecciones catalanas en un plebiscito sobre la independencia como a la idea de secesión en sí misma.
El gobierno del Partido Popular, que el año pasado recurrió ante el Tribunal Constitucional el referéndum sobre la secesión catalana, presentó la semana pasada una propuesta para dar al alto tribunal la autoridad suficiente para detener cualquier declaración unilateral de independencia.
